Sólo en salarios, la diócesis genera una “riqueza laboral” de más de 18 millones y medio de euros (que es el acumulado para todas las instituciones que dependen de ella: Martiherrero, casa sacerdotal, archivo diocesano, colegios mayores, etc), frente a los 17,9 millones en inversiones anunciadas para la provincia por parte del Estado. Y es que el aporte de la diócesis en empleos sólo en el ámbito educativo tiene un gran peso en la economía de la provincia de Ávila. Es la llamativa comparativa que ha puesto sobre la mesa nuestro obispo en la rueda de prensa que servía de presentación del Día de la Iglesia Diocesana (que celebraremos este domingo 8 de noviembre).
“Cuando yo, como otros tantos ciudadanos, hemos visto en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado lo destinado a Ávila, nos hemos quedado sorprendidos por la disminución que hay este año. En cuanto a inversiones, estamos casi de los últimos”. Pero lo más llamativo es que si sumamos todo el aporte en sueldos que generan las instituciones que conforman la diócesis es más que las inversiones anunciadas en los PGE para Ávila. Por eso reclamo, cuando todavía está en tramitación parlamentaria, que los representantes de los abulenses pidan y aporten modificaciones al proyecto de cara a no dejar atrás a esta provincia. Si esto no se remedia desde las instituciones, este retraso de Ávila puede ser endémico. Tenemos igualdad de derechos, no sólo personales, sino también como provincia, para no quedarnos rezagados. Confío que nuestros representantes, de cualquier signo político, se moverán en este sentido, y contarán con el respaldo de la sociedad civil, porque redundará en beneficio de todos”, ha destacado.
E insistía D: José María en su obligación “de reclamar un poco más para esta tierra y sus gentes, en su inmensa mayoría católicos. Porque la Iglesia no se queda ni se ha quedado atrás en el aporte al ámbito laboral en Ávila. Porque detrás de todos los números que reflejan puestos de trabajo que genera, hay personas concretas, familias concretas”.
“SOMOS LO QUE TÚ NOS AYUDAS A SER”
Y es que en la rueda de prensa se ha hablado mucho de cifras. Pero de cifras que deben llevarnos finalmente a la corresponsabilidad. Porque precisamente el Día de la Iglesia Diocesana es una jornada que la Iglesia ha instituido para tomar conciencia de la pertenencia a una diócesis. En este caso, a la de Ávila. Una Iglesia enraizada en un territorio y que, en lo que a nosotros se refiere, con una historia gloriosa y con un presente rico en realidades humanas, culturales, de acción social, educativa.
¿Y quién es la diócesis de Ávila? “Somos sacerdotes, religiosos y religiosas. Somos parroquias, congregaciones, monasterios, asociaciones. Y seglares de a pie, que tratan de vivir conforme al mensaje de Jesús, siguiendo una historia como la nuestra fecunda en santos. Esta provincia no se entiende sin dimensión religiosa. Y, al mismo tiempo, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz la han hecho universal”.
Para conocer lo que hacemos, en esta jornada se presentan todas las cifras de la acción diocesana, que pueden encontrarse en este folleto. Mons. Gil Tamayo ha querido hacer especial hincapié en dos de ellos. Por una parte, en la inversión que realiza la diócesis en conservación del patrimonio, “que supone también un activo para peregrinaciones y para potenciar el turismo en esta tierra”. Por otro, el peso de la diócesis en el ámbito educativo, que ha calificado como “muy fuerte”. El número de empleos que genera la educación católica tiene un peso muy significativo en la economía de Ávila. “Estoy hay que ponerlo en valor. La Iglesia no solo predica, sino que da trigo”.
UNA FAMILIA QUE SE AYUDA EN MOMENTOS DE NECESIDAD
En este contexto, D. José María ha querido invitar a los fieles a sentirnos como una gran familia, donde todos somos corresponsables. “Esta diócesis es una familia. Una familia en la que cada uno aporta lo que puede en beneficio de los demás. Porque como en toda familia, uno se vuelca especialmente en quien más lo necesita”. También ha aprovechado para agradecer a catequistas, voluntarios de Cáritas, sacerdotes, religiosos, “a tantas personas que ayudan a que la Iglesia pueda seguir ayudando. Especialmente a aquellos que, aunque haya una disminución de la concurrencia a los templos debido a la pandemia, siguen ayudando con su limosna al sostenimiento de la Iglesia. Porque si nos ayudan, podremos seguir ayudando mucho más y mejor. Si no nos ayudan, nosotros seguiremos ayudando, pero tendremos más dificultades.”
La COVID, como no podía ser de otra manera, también ha tenido protagonismo en la intervención del prelado abulense, que comenzaba precisamente la rueda de prensa pidiendo responsabilidad para frenar los contagios. Pero también ha querido enviar un mensaje a todos los ciudadanos, asegurando con firmeza que “la Iglesia ha estado y va a estar ahí con los abulenses, especialmente en los momentos y etapas de crisis como la que estamos sufriendo, por desgracia”. Por ello, Mons. Gil Tamayo ha destacado que “la línea asistencial se pone en un primer plano. Porque aumentan las necesidades y aparecen nuevos rostros de pobreza a nuestro alrededor”. En este sentido, el Delegado Episcopal de Cáritas en Ávila, Antonio Luis Nicolás, ha expuesto la realidad que tenemos en estos momentos de dificultad y cómo se está abordando desde la Iglesia.
También ha querido Mons. Gil Tamayo ofrecer su “solidaridad total y la de la diócesis” a todos cuantos conforman el sector terciario y de servicios, “de quienes tanto dependemos, y que son quienes más están sufriendo esta crisis”.
DATOS ECONÓMICOS
Desde hace años, y de forma transparente, la diócesis viene proporcionando la información económica anual. En este sentido, el Ecónomo diocesano, Alejando Jiménez, ha destacado los más de 5 millones de euros de ingresos de la Iglesia abulense en 2019, de los cuales el 37% proviene del Fondo Común Interdiocesano (que se nutre con la asignación tributaria del 0,7% del IRPF ). “Es importante que sigamos colaborando con nuestra Iglesia con este gesto tan sencillo como importante de marcar la X en la Declaración de la Renta”, destacaba el Ecónomo, quien revelaba asimismo que un 30% más de esos ingresos proviene de las aportaciones directas de los fieles, “una cifra importante que muestra cómo los miembros de nuestras parroquias reconocen y valoran la labor de la Iglesia y se implican, entre otros aspectos, en su sostenimiento económico”. El resto de los ingresos proviene de patrimonio y otras actividades (19%), mientras que las subvenciones públicas suponen tan sólo el 1,5% del total de ingresos.
En cuanto a los gastos (ligeramente inferiores a los ingresos), el 33% se han destinado a conservación de edificios y gastos de mantenimiento. Un 27% se ha destinado asimismo a rehabilitación de templos, con un montante superior al millón y medio de euros.
En resumen, las cuentas diocesanas de 2019 arrojan un saldo positivo de más de 260 mil euros, “que es una reserva para utilizar en el ejercicio siguiente, precisamente en este 2020 que lo estamos necesitando y lo vamos a necesitar”, precisaba Alejandro Jiménez.
Finalmente, se ha referido al portal de donativos donoamiiglesia.es como “un instrumento eficaz para realizar un donativo, en la modalidad que se quiera (puntual, mensual, trimestral, anual) a cualquier parroquia en España. Como instrumento eficaz, desde el punto de vista de que todos estamos llamados a colaborar, esa es nuestra propuesta, pedimos la colaboración de todos, a la parroquia que quieran, con la cuantía que quieran, para que se puedan seguir ofreciendo lo mejor que tenemos a la sociedad. En la situación tan difícil, hasta dramática que estamos viviendo, donde todos estamos percibiendo cómo la Iglesia, que es experta en humanidad, como decía san Pablo VI, está dando todo lo que tiene. Las parroquias, los sacerdotes, multitud de voluntarios, han seguido, más, han redoblado su labor para llegar allí donde había necesidad”.