Cáritas alerta del “alarmante” crecimiento de las solicitudes de ayuda en Ávila

Se avecina un invierno muy duro. Para todas las familias, pero sobre todo para las más vulnerables. Y eso se está reflejando en los datos que ofrece Cáritas diocesana de Ávila, que augura unos próximos meses “nada halagüeños. Hemos tenido un mes de regalo climatológico, con temperaturas muy agradables, pero en invierno esperamos un agravamiento de esta situación”.

En una entrevista concedida a COPE Ávila en los días previos a la celebración de la Jornada Mundial del Pobre, su Delegado Episcopal alerta de una subida “alarmante” en la demanda de tarjetas monedero para la ayuda de alimentos. Recordamos que este sistema se implementó hace un par de años con el fin de que las familias puedan acceder de una forma más normalizada a la adquisición de alimentos básicos necesarios en el día a día. Como apuntaba Antonio Luis Nicolás, “su uso se ha ido multiplicando en los últimos meses de una manera alarmante, hasta el punto de que Cáritas diocesana de Ávila se está viendo en dificultades de poder seguir haciendo frente a la recarga de dichas tarjetas”.

Otro datos que tenemos que tener en cuenta es el incremento de solicitudes en el comedor social. Estamos hablando de una media de 35-40 personas diarias las que acuden a comer o cenar allí, o bien a llevarse la comida en tuppers para comerla en casa y así evitar a los niños pasar por ese trance. Esto supone un 45% más que el año pasado.

“Nuestra población se ve avocada a vivir en el umbral de la pobreza”

“No podemos verlo fuera del contexto general que se está dando. Ahora mismo, el salario medio que una familia con hijos necesita para vivir no todo el mundo lo está alcanzando”, apunta Antonio. Y es que la sucesiva concatenación de crisis (la pandemia, el alza de los precios, la crisis energética) ha hecho que se vean afectados hogares que hasta ahora considerábamos como normalizados. Un dato revelador: según un último estudio de Cáritas, en Castilla y León una familia con hijos, donde de media entran 2.100 euros al mes, ya se está considerando “en situación de vulnerabilidad” para hacer frente a los gastos de hipoteca, cesta de la compra, luz, gas y calefacción.

“Es que estamos en una sociedad esquizoide. Los salarios medios ya sabemos en qué situación se encuentran. Los jóvenes no se pueden independizar. El precio de la vivienda está como está, incluidos ya también los alquileres. Y a eso le vamos sumando los precios de la energía. Cuando una familia ya te está diciendo que están haciendo lo imposible para ahorrar en luz, agua y calefacción. Estamos viendo comunidades de vecinos donde los mayores tienen que echar mano de ropa de abrigo porque se está limitando la calefacción apenas unas horas al día. Estamos viendo que hay familias que tienen que renunciar al comedor escolar de sus hijos porque no pueden hacerle frente. Al final lo que vemos es que nuestra población se ve avocada a vivir en el umbral de la pobreza”, denuncia el Delegado de Cáritas en Ávila.

Ante esta situación, se espera que en este invierno sigan aumentando de forma elevada las solicitudes de ayuda en Cáritas para servicios básicos. Y Cáritas diocesana de Ávila, como hemos indicado, empieza a tener dificultades para hacer frente a estas demandas. Entre otras cuestiones porque, como apunta Antonio, “muchas empresas que colaboraban con nosotros y nos donaban materiales, productos de alimentación y demás, no lo pueden seguir haciendo porque están sufriendo ellos también esta situación de crisis”.

“No siempre hace falta un kilo de arroz”

Por ello, Cáritas diocesana de Ávila, más que poner en marcha una campaña, lo que busca es potenciar esa actitud propia del ser humano que es solidario por naturaleza. Ávila es una diócesis solidaria (recuerda Antonio los 85.000 euros que se enviaron desde nuestra diócesis a las fronteras de Ucrania nada más comenzar la invasión, tras la generosa respuesta de los abulenses al llamamiento que hizo Cáritas). Pero esa solidaridad no debe ser puntual, sino una actitud constante, un nuevo modo de ser para con el prójimo.

Y una solidaridad que prometen encauzar desde la entidad, con el compromiso de todos.  “Me gustaría que la sociedad abulense confiara en Cáritas como entidad de la Iglesia con capacidad y voluntad suficiente para gestionar la solidaridad de la ciudadanía. Porque Cáritas va a gestionar de la mejor manera posible esta generosidad de todos para que a cada persona se le ayude de la forma que cada núcleo familiar necesite”.

“El uso de las tarjetas monedero es un reflejo de que la solidaridad hace libre a la gente. Que una persona pueda ir a un supermercado y, gracias a nuestra generosidad, pueda comprar la comida que necesita y que le gusta a su familia, es la dirección hacia donde tenemos que ir. Más allá de la donación de alimentos, o la donación en ropa. Me gustaría que nuestra mentalidad cambiara, porque no siempre hace falta un kilo de arroz”.

Cómo podemos ayudar a Cáritas

En este momento, lo más necesario son las aportaciones económicas a Cáritas diocesana de Ávila, para que podamos hacer frente a pagos de alimentos, alquileres o facturas de luz y gas. Puedes hacerlo de varias formas:

  • Enviando un Bizum al 02113
  • Haciendo una trasferencia a través de ESTE FORMULARIO
  • Directamente en la sede de Cáritas (calle San Juan de la Cruz) o en tu Cáritas parroquial