El Vicario de Pastoral de la diócesis ha bendecido este viernes el Belén municipal, que el Ayuntamiento de Ávila ha colocado en el Palacio de Superunda, y que este 2023 cumple 30 años ininterrumpidos de presencia en las fechas navideñas.
D. Jorge Zazo ha recordado que el Belén significa plasmar un hecho histórico “que ha dado forma a todo lo que nosotros tenemos. Nuestra cultura se sustenta en una serie de principios como la dignidad de la persona, como la dignidad de los recién nacidos, como el valor de la familia, como la dignidad de toda vida que nace precisamente del hecho de que Dios en Jesús se ha hecho hombre y ha nacido en vez de Dios”. Por ello, según sus palabras, no se trata solamente de recordar aquel acontecimiento, como otros tantos a lo largo de la Historia, “sino que estamos haciendo memoria de la esencia, del fundamental, para recordar quiénes somos y quiénes estamos llamados a ser”.
“Hoy todos nosotros, en estos días de Navidad, somos invitados a meternos en el Belén”, añadía el Vicario. “Cada uno de nosotros, hemos de ser ser magos que abandonan sus palacios y su sabiduría para ir a adorar al niño, ser familias pobres como María y José que son capaces de dar a luz en un pesebre, ser pastores que dejan sus rebaños para ir según la música que cantan los ángeles. Sobre todo hay que cuidar la vida de los más débiles, de los más frágiles. Lo que no podemos ser es Herodes: eso no lo seamos nunca”, les indicaba cómplice a los niños que asistían a la bendición del Belén.
Zazo hacía, asimismo, mención especial al momento de guerra “en esta tierra en que vio nacer a Jesús. Ante el Hijo de Dios que se hace hombre en Belén, le pedimos especialmente por la paz del mundo y al poner este Belén y todos los Belenes que pongamos en nuestras casas y en nuestra ciudad, estoy seguro que los cristianos elevaremos una oración al Rey de la Paz para que llegue realmente la paz al mundo: la paz a Tierra Santa, la paz entre Rusia y Ucrania, la paz en África y la paz en tantas familias que así lo necesitan”.