Participación abulense en el Curso de actualización sacerdotal en Roma

Asistentes al curso, junto al Papa Francisco tras la Audiencia General

Con la celebración de la Eucaristía y una cena de fraternidad concluyó el 30 de abril el XXXIV Curso de Actualización Sacerdotal celebrado en el Pontifico Colegio Español de Roma, en el que ha participado el párroco de San José Obrero, de Ávila capital, D. José Carlos Labrador. En la homilía de esa Misa final, Mons. Andrés Ferrada, Secretario del Dicasterio para el Clero, deseó a los participantes que regresen a sus tareas “ministeriales renovados en el fervor misionero y en el agradecimiento a Dios por el don recibido”.

Este es precisamente el fin de este espacio de formación permanente que organiza el Pontifico Colegio Español de Roma. Desde el 9 de abril y durante tres semanas, veinticinco sacerdotes provenientes de diecisiete diócesis españolas han participado en este curso para actualizarse teológicamente y descansar, de modo que puedan regresar a su actividad pastoral con renovado entusiasmo. El grupo de sacerdotes era muy variado y varios de ellos celebran este año sus bodas de plata sacerdotales.

Según el rector del Colegio, D. Carlos Comendador, “este curso ofrece un programa de formación integral y se lleva a cabo en un ambiente de fraternidad sacerdotal junto con los sacerdotes que viven aquí durante el año académico”. La dimensión académica se desarrolla a través de más de 50 horas lectivas para tratar cuestiones actuales de Sagrada Escritura, Teología, Espiritualidad, Derecho canónico…  Para ello se echa mano de profesores que enseñan en los diversos centros eclesiásticos de Roma.

También la se cuida la dimensión espiritual con el rezo conjunto de la liturgia de las horas, la concelebración de la Eucaristía y una mañana de retiro espiritual. Los sacerdotes tuvieron la oportunidad de celebrar en las Catacumbas de Priscilla y en la Basílica de San Pedro, así como peregrinar a Asís.

Un día muy señalado y emotivo el 17 de abril, cuando los participantes acudieron a la Audiencia general y pudieron saludar al papa Francisco y hacerse una foto con él.

Durante el tiempo libre, los participantes se organizan para recorrer la ciudad de Roma y visitar los lugares más emblemáticos.

Los sacerdotes han valorado muy positivamente esta experiencia. Destacan sobre todo la fraternidad sacerdotal vivida y experimentada, así como el hecho de poder actualizarse y renovar ideas e ilusiones. El encuentro con otros sacerdotes ha sido subrayado especialmente por aquellos que provenían de diócesis pequeñas y con poco clero. Uno de los participantes ha definido el encuentro como “un regalo de Dios para mi vida sacerdotal”.

El vicerrector del Colegio español y coordinador del Curso, D. Francisco Ceballos ha valorado la aportación de los participantes a la comunidad que vive normalmente en el Colegio. Y ha expresado el deseo de que “ojalá esta red de relaciones continúe y constituya una red de apoyo fraterno”.

El primer encuentro de actualización tuvo lugar en 1988. Después de la beatificación de Manuel Domingo y Sol, fundador del Colegio español, se pensó en dar continuidad a esta celebración poniendo en marcha una oferta de formación para sacerdotes españoles. Con esta XXXIV edición han participado ya 1139 sacerdotes.