El próximo 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, celebraremos la Jornada Mundial del Enfermo que, como recordamos, instituyó para la Iglesia universal San Juan Pablo II en 1992. Este año la Jornada tiene una música de fondo, agradable de escuchar: «No es bueno que el hombre esté solo», cuyo autor es el Papa Francisco, recordando aquellas palabras del libro del Génesis; la letra, del mismo autor, quiere decirnos que el proyecto de Dios para la humanidad, en la creación, fue el deseo de “estar juntos” y así podernos ofrecer una ayuda mutua.
La partitura hemos de interpretarla en clave de Amor, sabedores de que a nuestro lado puede haber muchas personas que sufren por diversas causas, a las que podemos ofrecer “Esperanza en la tristeza” cuyas notas para interpretar son: escucha, comprensión, acogida; siempre podremos acompañar, cuidar, curar, sanar, salvar. Son los dones recibidos que podemos compartir.
Desde el Secretariado de Pastoral de la Salud de la diócesis, han programado para el próximo martes 6 de febrero, un encuentro de los visitadores de enfermos con nuestro obispo D. Jesús Rico, a fin de que conozca su labor. A su vez, él ayudará en la reflexión del Mensaje del Santo Padre para la jornada de este año. Será a las 17 horas en el colegio diocesano Asunción de Nuestra Señora.
Y ya el día de la jornada, el domingo 11 de febrero, también Mons. Rico presidirá la Eucaristía en la parroquia de San Juan, a las 13 h. Ese día, en todas las parroquias de la Diócesis, así como en nuestros Hospitales, y Residencias de Ancianos, se celebra con solemnidad y mucho cariño esta Jornada en la que tenemos un recuerdo muy especial para los
enfermos y cuantas personas sufren por cualquier causa.