El esfuerzo de Cáritas para que no haya nadie sin hogar

Miembros del programa de acogida y del Hogar Santa Teresa, de Cáritas diocesana de Ávila

La celebración del Día de las Personas Sin Hogar, que este año tiene lugar el 31 de octubre, vuelve a reunir a las organizaciones sociales que trabajan con estas personas para denunciar las dificultades continuadas y permanentes que afrontan para acceder a los derechos fundamentales y que se han agravado aún más durante la pandemia.

En esta edición, las entidades que impulsan en toda España la Campaña de Personas Sin Hogar lanzan una alerta bajo el lema “¿Sin salida? Perdidos en un sistema de protección social que no protege. Digamos basta. Nadie Sin Hogar” para poner el foco en el laberinto al que se enfrentan unas personas perdidas en un sistema de protección social que no funciona.

La Covid-19 ha supuesto el agravamiento de situaciones de miles de personas que se encontraban en una vivienda insegura o inadecuada, o que incluso estaban ya en situaciones de exclusión y que, con el impacto añadido de la pandemia, se han visto expulsadas de sus viviendas o de los alojamientos precarios en los que se encontraban.

Para toda esta situación, Cáritas diocesana de Ávila, a través de su programa de Atención Primaria, gestiona el Hogar Santa Teresa, anterior albergue de transeúntes. Ubicado en la calle Príncipe Don Juan, se acoge a las personas “desde el corazón y desde toda la calidez que podemos poner en nuestras atenciones. Queremos que la gente que pase por nuestros despachos se sientan acogidas, apoyadas, acompañadas, por lo que siempre mostramos el cariño y la cercanía que ellos merecen”, según explica Juan Antonio Avilés, su encargado.

Allí se les ofrece un servicio de alojamiento y comedor social. Incluye todo lo relacionado con la higiene personal, aseo, lavado de ropa, ropa limpia. En realidad, todo lo que se lleva a cabo en una casa.

Todo esto se lleva a cabo con la ayuda de personal contratado, como vigilantes o la cocinera. Y, por supuesto, sustentado por el voluntariado, una ayuda inestimable. Pero una parte fundamental del Hogar Santa Teresa son las Hijas de la Caridad. Ellas llevan en este lugar desde su apertura hace décadas, y son el corazón y la mano tendida de la casa. Siempre atentas y dispuestas al servicio a los demás, u presencia indispensable es fiel reflejo del carisma vicenciano, siempre abierto a la caridad con el hermano que más sufre. “Son el apoyo máximo que podamos tener porque están las 24 horas al pie del cañón”, destaca Avilés.

Actualmente, el “Hogar Santa Teresa” se encuentra completo, ya que se han reducido a la mitad las plazas debido a las restricciones de aforo impuestas por la situación sociosanitaria. “Aunque el hogar tiene capacidad para 18 personas, en estos momentos sólo podemos ofertar 9 plazas, que están cubiertas. De todas formas, si alguien pasa por Ávila y no tenemos plaza en ese momento, Cáritas tiene un acuerdo con una serie de hostales de la ciudad donde esas personas puedan pasar la noche. Lo que queremos es que nadie se quede en la calle”, detalla el responsable de la casa.

Apuesta por una posibilidad real de reinserción social

¿Y qué tipo de personas atienden en este recurso? Muchas de ellas tienen problemas bastante cronificados en el ámbito de la calle. Pero ahora con la pandemia se ha constatado cómo también hay personas que puntualmente necesitan un apoyo para asentarse en un sitio y poder salir de una situación de exclusión. Una vez que tienen sus necesidades básicas cubiertas, se les puede derivar a cursos, al servicio de empleo… En definitiva, echarles una mano para que se asienten y puedan recuperar la normalidad que ellos demandan.

De esta manera, habría como dos tipos de demandantes de plaza en este “Hogar Santa Teresa”. Por un lado, personas que vienen de paso, que quizá están empadronados en algún municipio de Castilla y León y necesitan parar para solucionar algún tema burocrático, como sellar el paro en una fecha concreta. O tienen una visita médica programada. “Y se les ofrece la posibilidad de quedarse con nosotros el tiempo que necesiten hasta que puedan solucionar esa circunstancia”, explica su responsable.

Al mismo tiempo, se ha puesto en marcha un centro de atención integral en el mismo “Hogar Santa Teresa” para las personas que quieren de verdad solucionar su situación, reinsertarse en la sociedad. Como detalla Juan Antonio, lo importante es “que tengan las herramientas para recuperar su vida social no como estaban hasta el momento: mal mirados, excluidos. Ellos quieren volver a una vida normal. Y por eso Cáritas apuesta por este proyecto, tomando el relevo de lo que se venía haciendo hasta ahora, pero de una forma mucho más personalizada, desde el mismo centro, con todos los apoyos necesarios. Estamos enmarcados dentro del programa grande que se está creando, que es el de atención primaria y atención social, para dar una respuesta integral a la persona: no sólo a nivel domiciliario, cubriendo sus necesidades básicas de alojamiento, sino también a nivel de ayudas, burocrático, y todo lo que nuestras trabajadoras sociales puedan atenderles. Queremos que todo sea un mismo eje en el que todos estemos coordinados, y podamos apoyarnos unos programas y otros, para que todo sea mucho más transversal y la persona pueda tener las respuestas que necesita en cada momento”.