Enviados a ser testigos comprometidos con el Evangelio

El pasado sábado, 7 de octubre, tuvo lugar el envío a la misión de los agentes evangelizadores de la diócesis. Profesores de Religión, catequistas, colaboradores de parroquias, grupos y movimientos … Todos aquellos que participan de forma activa en la vida de la diócesis estaban llamados a esta celebración, que este año contó con una muy numerosa participación de todos.

El salón de actos del colegio diocesano Asunción de Nuestra Señora fue el lugar elegido para abrir esta jornada, con las palabras del Vicario General y del Vicario de Pastoral. Fue este último quien explicó a los presentes que este curso se cerraría el Plan Diocesano de Pastoral, llegando así a la última parte, dedicada a la caridad. La caridad entendida más bien como compromiso: aquel que tenemos todos los bautizados para con el prójimo. Y ese compromiso de los bautizados es el tema sobre el que versó la ponencia de nuestro obispo. Mons. Rico habló de misión como “pasión por Jesús y al mismo tiempo por su pueblo, que facilita el encuentro con Dios”, pues “evangelizar es cuestión de amor a Dios y a la gente”. “Estamos llamados a ser luz, pero no de fuegos artificiales, que terminan por cegarnos. Más bien una luz sencilla, que va abriendo camino, que nos acompaña. En Pascua encendemos el Cirio, pero también ellos terminan gastándose. Por eso, también nosotros somos luz si nos desgastamos”, aseguraba D. Jesús.

Continuaba, asimismo, apuntando que “sacramentalidad y comunión van unidos a ser comunidad de amor. Comunión, conversión pastoral, conversión personal, conversión comunitaria y misión se implican”, e invitaba a salir del pesimismo constante y “ver lo positivo que hay en el otro: eso es espiritualidad de comunión”. Una comunión que debe ser una “unidad en la diversidad. No se trata de uniformidad. Cada uno tenemos un color, pero todos hacemos una gama que, los que nos ven, si vivimos en esa verdadera comunión, van a sentirse atraídos”. Y es que, de nuevo, recalcaba cómo “la misión nace de la comunión, y la fe se realiza en el amor”.

Terminaba D. Jesús Rico proponiendo distintas claves para profundizar en una mejor comunicación de la fe, atendiendo a unos 10 principios recogidos por el profesor Juan Manuel Mora, y que puedes LEER AQUÍ. Tras la ponencia, los profesores de Religión recibieron de manos del obispo la Missio Canónica para poder ejercer su labor.

“El testimonio es una categoría fundamental para la transmisión de la fe”

Y ya en la Catedral, se desarrolló la celebración de envío, renovando todos los presentes sus promesas bautismales, su compromiso con la Iglesia, y recibiendo la bendición por parte de Mons. Rico, enviándoles, como el mismo Jesús hizo con sus Apóstoles, a anunciar el Evangelio en cada uno de sus ambientes.

Durante la homilía, D. Jesús volvió a incidir en la necesidad de mostrar el testimonio personal como clave para la transmisión del Evangelio. Una fe “propuesta, pero no impuesta. Se trata de hacer que los valores del Evangelio y la figura de Jesús se perciban como algo que tiene mucho que decir al hombre de hoy”.

“Como agentes de Pastoral, estamos interpelados a examinar nuestra vida, en lo que respecta a la coherencia entre lo que anunciamos y lo que hacemos”, continuaba nuestro obispo, para animar a los presentes a “ponernos en camino a través del testimonio y la Palabra vivida”, pues “la Iglesia sólo será creíble en la medida en que lo descubran hecho realidad en nosotros. El testimonio es una categoría fundamental para la transmisión de la fe”.