Bajo el lema “Tú tienes mucho que ver”, este domingo, solemnidad del Corpus, celebraremos el Día de la Caridad. Una jornada en la que se pone en valor la acción social y caritativa de la Iglesia para con los más necesitados a través de Cáritas, que aprovecha esta celebración para explicar a la sociedad toda su labor. Unos datos que nos hablan de un incremento de más de un 11% en las demandas de ayuda.
Como ha explicado el delegado episcopal de Cáritas diocesana de Ávila, tenemos ante nosotros varias señales de alerta que son preocupantes. “Es cierto que han bajado las cifras del paro, es cierto que se ha revalorizado el Salario Mínimo Interprofesional. Pero no podemos obviar que si esa subida ha sido de un 2%, la inflación ha subido un porcentaje mucho mayor, y las personas se han empobrecido aún más que antes”, apuntaba Antonio Luis Nicolás.
Por eso, desde Cáritas han querido enviar un claro mensaje: “el empleo ya no es suficiente para que las personas salgan de la situación de vulnerabilidad”. Y esto hace que los datos del año pasado nos hablen de un empobrecimiento social significativo.
Sólo en el programa de acogida (que gestiona ayudas básicas como alimentación, vivienda y suministros) se ha atendido a 1586 personas en 2022 (de las cuales, la mitad son solicitantes de protección internacional por su situación irregular).
En cuanto a ayudas directas de alimentación (a través de las tarjetas monedero), ha habido 904 beneficiarios (por los 771 que se atendieron en 2021), que supone un total de 336 hogares (26 más que el año anterior).
Si hablamos de vivienda, se ha pasado de dar techo a 4 familias en 2021 a más del doble en 2022: son 9 las familias que acoge Cáritas en sus viviendas sociales, dando cobijo en total a 36 personas.
Todo esto supone un 11% de incremento en las demandas de ayuda, que ha supuesto para Cáritas diocesana de Ávila un incremento de 190.000 euros en gastos destinados a estas ayudas. Insistimos: sólo en el programa de acogida, que es la primera demanda que realizan quienes acuden allí (habría que sumar a esta cifra el gasto en ayudas del resto de programas de la entidad).
Y por ello, como recalcaba Antonio Luis, la colaboración y solidaridad de todos es imprescindible. “Para eso hemos necesitado la ayuda de la sociedad, la solidaridad de todas las parroquias de nuestra diócesis. Y queremos seguir prestando esta ayuda. Tenemos que seguir luchando, tenemos que seguir denunciando. Y tenemos que seguir comprometidos para que esta sociedad del bienestar en verdad lo sea para todos”.
