Después de más de año y medio cerrada al turismo, este Puente de la Inmaculada volveremos a subir a la Torre del Campanario de la Catedral de Ávila, ver desde arriba las bóvedas del templo, la casa del campanero, y disfrutar de las imponentes vistas que nos ofrece este espacio. Eso sí, de forma extraordinaria. Una visita que se podrá realizar únicamente durante estos días, ya que serán unas subidas restringidas y reguladas, debido a la actual situación sociosanitaria.
Por ello, se podrá visitar la torre del campanario en las siguientes fechas y horarios:
- Sábado 4 de diciembre: 16.30h
- Domingo 5 de diciembre: 16.30h
- Lunes 6 de diciembre: 12.00 h
- Martes 7 de diciembre:12.00 h
- Miércoles 8 de diciembre: 16.30h
El aforo máximo será de 15 personas por grupo para garantizar la distancia de seguridad necesaria, debido a lo estrecho del recorrido. La realización de las visitas queda sujeta a las condiciones meteorológicas.
La subida a la Torre del Campanario es complementaria a la visita a la Catedral, debiendo adquirir ambas entradas de forma conjunta. El precio de la visita a la torre es de 3 €, sumados a los de la entrada de la Catedral. Recordamos que la entrada a la Catedral es gratuita para abulenses y/o censados en Ávila, por lo que éstos deberán abonar únicamente los 3€ de la visita a la torre. Las entradas se pueden reservar a través de la web www.catedralavila.es o en las taquillas de la propia Catedral.
A partir del 9 de diciembre, esta subida a la torre volverá a quedar suspendida hasta que mejore la situación sociosanitaria. No obstante, recordamos que la visita turística al resto de la Catedral se puede realizar sin problemas, ya que, además, se han sustituido las audioguías físicas por la explicación de la visita a través de un código QR para evitar contagios.
Así es la visita a la Torre del Campanario
Sobre la fachada oeste de la Catedral de Ávila, al nivel del cuerpo de campanas de la torre, se sitúa la casa del campanero. Se trata de una casa de sencillo estilo castellano con sala y dos alcobas, cocina, con su chimenea, y otras pequeñas habitaciones que forman parte de la vivienda. Lo primero que llama la atención es como en la Catedral de Ávila esta vivienda se mantiene intacta tal y como la habitaron los últimos campaneros hasta los años cincuenta del siglo veinte.
El espacio está construido sobre la bóveda gótica del tramo a los pies de la catedral, salvándose las distintas alturas de este espacio por medio de diversos escalones. El acceso tiene lugar por la escalera de caracol de 113 escalones que salvan la diferencia entre el suelo de la catedral y sus cubiertas en esta zona. En las obras que dieron lugar a esta casa se utilizó como pasillo el adarve sobre la puerta oeste y se integraron en el muro de cierre las almenas y merlones que se pueden observar desde abajo.
En esta vivienda se desarrolló durante siglos la vida familiar de quienes desempeñaban el oficio de campaneros, siendo tarea de prácticamente toda la familia atender al toque de campanas que a lo largo del día tenían lugar en la torre de la catedral. Con frecuencia el oficio fue pasando de padres a hijos. Las dificultades de acceso a esta vivienda hicieron que se desarrollaran sistemas que facilitaran el suministro de víveres así como la comunicación con el exterior.
Dentro del conjunto llama la atención la polea que con la pertinente soga facilitaba el subir los alimentos y el agua necesarios y a la vez poder bajar lo que no ya no servía.
La inversión para el acondicionamiento de cada uno de los espacios de la torre fue realizada por el Cabildo de la Catedral de Ávila. Dichos espacios se han ambientado para intentar dar idea al visitante de cómo se habitaron en su momento. Junto a la casa del campanero propiamente dicha se podrá acceder a la torre inacabada y contemplar el cuerpo de campanas.