Por vez primera, la Diócesis y Cáritas se dan la mano en una rueda de prensa conjunta para animar a los contribuyentes a marcar dos casillas muy concretas en la Declaración de la renta: la 105 y la 106. La primera, la del sostenimiento de la Iglesia Católica. La segunda, la de Otros Fines Sociales, de donde Cáritas recibe también una importante aportación. Dos casillas que suman (un 0,7 % de nuestros impuestos por cada una de ellas), y un gesto por el que el contribuyente no paga más, ni se le devolverá menos.
“Marcar esas dos equis es un ejercicio de libertad: así decidimos libremente el destino de una parte de nuestros impuestos. El resto, es el Estado quien decide por nosotros”, destacaba Mons. García Burillo.
Nuestro Administrador Diocesano calificaba este gesto como una suerte de “referéndum” para la Iglesia, en el que Ávila siempre responde de manera muy positiva. Recordamos que más del 45 % de los abulenses marcaron esa X de la Iglesia en el pasado ejercicio, situando nuestra provincia como la cuarta de España con más Declaaraciones a favor de la Iglesia, y sobrepasando en más de 14 puntos la media nacional.
Definiendo a la Iglesia como “hospital de campaña” (en palabras del Papa Francisco), Mons. García Burillo recordaba la total disponibilidad de los sacerdotes y de los laicos implicados en las más de 250 parroquias de la diócesis, “que tienen las puertas abiertas para que entre y salga todo el mundo 24 horas al día”. Una acción, la de “resolver problemas humanos” (como calificaba el Administrador Diocesano) que puede llevarse a cabo “gracias a la generosidad y el compromiso de todos”.
Yendo aún más allá, este año Don Jesús hacía especial hincapié en invitar a todos los fieles a marcar no sólo la casilla de la Iglesia, sino también la de Fines Sociales. Y agradecía asimismo “a cuantos confían en la Iglesia. Un agradecimiento personal a cada uno, porque también cada donante es un rostro concreto”.
“Ayudar por dos no cuesta nada”
Rostros concretos que son también el centro de la acción social de la Iglesia a través de Cáritas, cuyo Delegado Episcopal afirmaba que, a nivel nacional, recibió el año pasado 24 millones de euros gracias a las contribuciones de los españoles. Trasladando las cifras a Ávila, Antonio Luis Nicolás anunciaba que en el pasado ejercicio Cáritas Diocesana recibió 200.000 euros distribuidos por la Comunidad de Castilla y León, y en otros 12.000 euros aportados por el Estado (recordamos que el reparto del IRPF corresponde a un 80% distribuido por las comunidades autónomas, y el 20 % restante por el Estado).
Una cifra nada desdeñable, pero que es fiel indicador de la situación de necesidad de muchos abulenses, que siguie aumentando en los últimos meses. “Ocho de cada cien personas acudieron a Cáritas en Ávila el año pasado”, apuntaba Antonio Luis, recalcando que las previsiones son “preocupantes”: se espera un fuerte crecimiento durante este 2023.
Ya se empezó a notar a finales del año pasado, cuando se incrementó el número de hogares atendidos por Cáritas en la provincia, llegando a la “escalofriante” cifra de 810. Por eso, toda ayuda es poca, y se hace más necesario que nunca ese apoyo a través de la Declaración de la Renta.
“En Cáritas Ávila llevamos a cabo programas de acogida, infancia, mayores y mujeres. Pero el mayor porcentaje se va al programa de acogida, con el Hogar Santa Teresa, el comedor social, o las ayudas directas para alimentos y alquileres”, señalaba el Delegado Episcopal de la entidad social de la Iglesia. Unas ayudas que se han incrementado en más de 11% en los últimos meses.
Y, apelando de nuevo a la “siempre demostrada generosidad de los abulenses”, Antonio Luis Nicolás también quiso animar a todos a ese apoyo explícito a través del IRPF. “Como dice el lema que hemos escogido para la campaña de este año, ayudar por dos no cuesta nada. Esta doble equis, lejos de gravar a los contribuyentes, pone en nuestras manos posibilidades infinitas. Marcarlas es un ejercicio de libertad y responsabilidad con los hermanos nuestros que están necesitando de nuestra ayuda”.
