“Teresa enciende hoy en nosotros la esperanza”

El buen tiempo, el inicio de la segunda parte del Año Jubilar, el hecho de que la fiesta haya sido en sábado, y sobre todo la devoción a la patrona, han hecho que el día de hoy sea una de las celebraciones de Santa Teresa más multitudinarias que se recuerden en los últimos años. En la calle … y en la Catedral, donde se estima que unas 3000 personas han asistido a la Eucaristía. Entre ellas, muchos fieles abulenses, peregrinos de Francia, Polonia y Filipinas, y una amplia presencia de autoridades civiles y militares, encabezadas por la Ministra de Defensa, Margarita Robles, muy devota de Santa Teresa de Jesús y que ha venido a título personal a celebrar su fiesta.

GALERÍA DE IMÁGENES DE LA CELEBRACIÓN (Fotos: Gonzalo González de Vega)

En el presbiterio, gran presencia también de sacerdotes diocesanos, así como de miembros del Carmelo descalzo. Porque, no en vano, era un día de “gozo y alegría para compartir nuestra fe”, como calificaba en su homilía nuestro Administrador Diocesano.

Mons. García Burillo recordaba la importancia de este “doble acontecimiento” que estamos viviendo, en el que compartimos tanto el Año Jubilar por el IV Centenario de la Canonización de Santa Teresa, como el Año Jubilar periódico, que hoy comienza, y que tiene concedido Ávila cada vez que la Santa caiga en domingo (circunstancia que se produce en 2023, que será la clausura).  “Ello nos enseña a mirar a nuestro entorno con los ojos de la fe”.

Insistía, asimismo, en que las múltiples facetas de Santa Teresa (escritora, mujer emprendedora, reformadora, …) nacen de su profundo sentido de fe. “Lo esencial en ella, la fuente de la que mana su personalidad es su configuración con Cristo”.

“¿No resulta estimulante para nosotros esta apertura de Teresa a la plenitud?”

“Mirarle, pensarlo, escuchar su Palabra, tocar con las manos su humanidad … Cristo se ha dado a Teresa de un modo nuevo, capaz de responder a las inquietudes de su alma”, proseguía D. Jesús, quien afirmaba que la Santa de Ávila había sido “colmada de un espíritu de sabiduría, como la samaritana que va en busca del agua que aplaque su sed y encuentra en Jesús la fuente que no corre peligro de secarse”.

Esa íntima unión con Cristo, como gran legado que nos deja la Doctora de la Iglesia, es la clave de su espiritualidad. “Se le concedió en vida ser ‘de Jesús’, miembro suyo inseparable. Por eso quiso unirse a Él en una intimidad plena”. “Emociona seguir paso a paso su trasformación espiritual”, proseguía Mons. García Burillo, “hasta esa nueva dimensión en la que todos vivimos con Cristo y por Cristo. ¿No resulta estimulante para nosotros esta apertura de Teresa a la plenitud?”.

“Junto a realidades terrenas, como la cocina, desarrolla una sabiduría que la lleva a vivir de un modo nuevo, cercano a Jesús. Y esto lo plasma en sus escritos. Teresa escribe sin descanso. Primero, por obediencia. Pero obre todo, para comunicar lo que está viviendo, para formar a sus monjas. Y todo esto se convierte en experiencia de Iglesia, en un nuevo estilo de vida comunitaria. Y así comienzan sus fundaciones”.

“Teresa nos invita a un camino que recorrer y una Morada que alcanzar”

“Es ésta la energía que nos ofrece a nosotros Teresa hoy”, aseguraba el Administrador Apostólico de Ávila. “La sociedad necesita interioridad, interiorizar en sus almas desde las realidades más sencillas (la amistad, la familia, el trabajo, el día a día), hasta las más complejas (la economía, la política, la invasión de Ucrania). Teresa puede darnos lo que necesitamos en nuestras tribulaciones: calor y fuerza de una esperanza renovada. Nos ayuda a no echarnos para atrás en las dificultades y a poner de manifiesto lo que realmente importa, el crecimiento en las virtudes que tienen relación con los demás. Teresa hoy enciende en nosotros la esperanza, invitándonos a un camino que recorrer y una Morada que alcanzar”.

Terminaba su homilía Mons. García Burillo invitando a los presentes a vivir este Año Jubilar “en clave de Sínodo, es decir, en comunidad, como quiso Teresa”. Un Año Jubilar que quedó solemnemente abierto cuando el Delegado diocesano para los Años Teresianos, Jorge Zazo, leyó al final de la Eucaristía el Decreto de Penitenciaría Apostólica por el que la Santa Sede concede esta gracia a la diócesis de Ávila.

GALERÍA DE IMÁGENES DE LA PROCESIÓN (Fotos: Gonzalo González de Vega)

Autor de la fotografía: Gonzalo González de Vega