La vida consagrada, en el corazón de la Iglesia

Celebración de la Jornada de la Vida Consagrada en el convento de San Antonio

El convento franciscano de San Antonio acogía esta tarde la Eucaristía en la fiesta de las Candelas, en la que la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Una jornada “no para darnos publicidad sobre lo que somos, sino para que tomemos todos nosotros conciencia de algo tan hermoso como es estar consagrado al Señor. Y hacerlo en comunidad, que es otra de las esencias de la vida consagrada. Nosotros ya vivimos en comunidad, es parte de nuestra vida; pero es muy bonito en este día ver cómo nos reunimos todos con nuestro Obispo, y todos juntos tomamos fuertemente consciencia de para qué estamos llamados: llamados a servir al Señor, pero no como francotiradores, solos, sino dentro de la Iglesia. Desde nuestro carisma particular, vivimos y caminamos tras las huellas de Jesús en la Iglesia”.

Nos lo cuenta el carmelita David Jiménez Herrero, responsable de CONFER (Confederación Española de Religiosos) en nuestra diócesis, que tiene como principal misión coordinar y animar la vida consagrada en relación con la Iglesia diocesana. Una relación muy fructífera a lo largo de la Historia de la Iglesia abulense, hasta el punto de llegar en la actualidad a una treintena de comunidades de vida consagrada, con 14 religiosos, 453 religiosas, y 16 miembros de Institutos Seculares femeninos. Hay que matizar que, además de la vida consagrada activa, nuestra diócesis cuenta con un gran número de consagrados contemplativos. “Somos una diócesis afortunada por ello”, destaca en su entrevista de este domingo en “Iglesia Noticia”, de COPE Ávila.

“Es cierto que en la Iglesia en general tenemos una crisis de números”, nos cuenta el Padre David, a quien no le gusta hablar de crisis de vocaciones, “porque yo creo que tanto los que vivimos la vida consagrada como los sacerdotes que viven su vida sacerdotal, o los laicos también, cada uno tenemos nuestra propia vocación y no tenemos crisis con ella. Sí que hay una crisis numérica. Es verdad que en los seminarios de las congregaciones, el número de postulantes ha descendido bastante”.