Con una asistencia de casi un centenar de personas, los laicos de Ávila acudieron fieles a la cita del Retiro de Adviento de 2021. Quizá había ganas acumuladas de reencontrarnos, dado que en 2020 no se pudo celebrar por prevención sociosanitaria.
Este año, cumpliendo con los protocolos de prevención habituales, se ha dado cabida a muchas personas que se han acercado, mayoritariamente de Ávila capital, pero también de varios pueblos de la provincia. Junto a una amplia representación de profesores de religión y catequistas y los habituales responsables de movimientos laicales, este año se ha notado una presencia mayor a la acostumbrada de laicos no asociados, es decir, miembros de parroquias que no están ahora mismo en ningún grupo específico de trabajo. También participaron los miembros del grupo del Sínodo en la diócesis de Ávila, así como la Vicaría de Pastoral.
La tarde comenzó con una meditación de nuestro obispo D. José María a la luz del Evangelio, con una clara llamada al silencio, oración y conversión personal en este tiempo de Adviento, sin dejarnos arrebatar el tesoro de la Alegría que nos debe acompañar como cristianos.
A continuación, Dolores García de Pi, Presidenta del Foro de Laicos y miembro del Equipo Sinodal de la Conferencia Episcopal, nos puso en perspectiva para vivir esa conversión AQUÍ y AHORA, en pleno desarrollo del Sínodo, cuya fase diocesana ya ha comenzado. Por eso, la llamada que en este momento hace la Iglesia Universal a cada uno de nosotros es a trabajar Por una iglesia Sinodal, en Comunión, a través de la participación y para la misión. En los últimos años, se nos está haciendo una especial llamada a ser Pueblo de Dios en Salida, hacia un renovado Pentecostés. Es decir, se espera de todos, por el hecho de haber recibido al Espíritu Santo a través del bautismo, que participemos activamente y juntos en la misión evangelizadora de la Iglesia.
En el turno de preguntas se aclaró desde la mesa y a través del Vicario de Pastoral, D. Jorge Zazo, en qué medida se puede compatibilizar el trabajo del Sínodo con los trabajos que ya están en marcha en grupos y parroquias. Y es que ya se lleva trabajando varios años la ESCUCHA, la COMUNIÓN. En este curso, el plan pastoral da fuerza a la MISIÓN, al Primer Anuncio, sin dejar de lado los aspectos ya trabajados en cursos anteriores. La propuesta del Sínodo no debe verse, pues, como una ‘moda’ o un añadido a lo que ya estaba previsto, sino que debemos integrar el ‘estilo sinodal’ en nuestra forma de ser Iglesia.
Tras un breve descanso que sirvió para intercambiar opiniones en la cercanía del pasillo, compartimos todos los presentes una oración que deseamos sirviera para asentar lo vivido en la primera parte del retiro y nos pueda llevar a una verdadera conversión en este tiempo de Adviento.
