Manifiesto de Cáritas Ávila en el Día de las Personas Mayores

Las personas mayores no pueden disfrutar de sus derechos en igualdad de condiciones que las demás, lo que afecta a multitud de aspectos de sus vidas y a su dignidad. Los estereotipos y prejuicios sobre el envejecimiento, hacen que se justifique un trato diferente y discriminatorio al atribuirles un menor valor social y menos capacidades.

La discriminación por razón de edad, excluye a las personas mayores de muchos ámbitos de la vida social y limita su calidad de vida y su autonomía.

Las mujeres mayores siguen siendo el grupo social en mayor riesgo de exclusión. Esto hace necesaria la atención específica a esta parte de la población de personas mayores.

Asimismo, la implantación de tecnologías no accesibles, en muchos ámbitos tanto públicos como privados, impiden que muchas personas mayores puedan hacer uso de servicios o incluso revindicar sus derechos en igualdad de condiciones, convirtiéndolas en ciudadanos de segunda clase.

En el medio rural la privación de derechos de las personas mayores es más acentuada, pues el escaso acceso a recurso sanitarios, sociales, culturales y de participación en el entorno, hace más difícil la tarea de promover una adecuada salud física y mental, lo que pone en riesgo su calidad de vida, su derecho a un envejecimiento saludable y afecta negativamente a su permanencia en el entorno, contribuyendo así a la despoblación rural.

Las respuestas a la pandemia del COVID- 19 han puesto de manifiesto graves lagunas en la protección de los derechos de las personas mayores. En todas las regiones del mundo se les han negado sus derechos durante la pandemia, han sufrido privación de acceso a los servicios sanitarios, violencia y abusos y se les ha dado un trato inadecuado, contribuyendo todo ello a maximizar los efectos letales de la enfermedad sobre las personas mayores, aumentando las situaciones de soledad no deseada y aislamiento.

Las personas mayores son ciudadanos de pleno derecho que en su gran mayoría no solo aportan, sino que enriquecen la sociedad con su experiencia, conocimiento y entrega desinteresada a sus familias y sus comunidades.

Por todo ello, se pone de manifiesto que los poderes públicos deben ser capaces de diseñar políticas para mejorar la merma que han sufrido y siguen sufriendo los derechos de las personas mayores, poniendo en relieve que este colectivo, no son una carga para la sociedad, reconociendo el valor que tienen y lo mucho que aportan en innumerables ámbitos.

Cáritas Diocesana de Ávila, conscientes de la realidad social de nuestros mayores estamos elaborando un programa de atención para generar relaciones de ayuda mutua, evitar el aislamiento, prevenir la dependencia, mantener la integración social y favorecer el envejecimiento activo.

Desde Cáritas Diocesana de Ávila recordamos los derechos de las personas mayores en su Día internacional, la urgencia del compromiso y la voluntad política y social en favor de un envejecimiento activo, saludable, participativo y contra la soledad no deseada.

Fdo: Antonio Luis Nicolás Marín                  Fdo:  Marta Estévez Vaquero

Delegado Episcopal de C.D.Ávila                 Responsable Programa de Mayores C.D.Ávila