Siete de cada diez alumnos abulenses eligen la asignatura de Religión

Casi 14 mil alumnos de toda la provincia de Ávila están cursando la asignatura de Religión en este curso 2020/2021 en los centros públicos y concertados, lo que supone el 72% del total del alumnado. Esta cifra sitúa a nuestra provincia dos puntos por encima de la media regional (70,15%), y más de 10 puntos por encima de la media nacional, un dato que demuestra que las familias abulenses, y los mismos alumnos valoran la aportación que hace la Religión católica a la educación.

Desglosando las cifras, son en concreto 8.687 alumnos en la pública (repartidos en 78 centros), y 4.795 en la concertada (con 10 centros, 2 de ellos diocesanos) los que estudian Religión en los distintos niveles que van desde Infantil hasta Bachillerato. Son datos que ha aportado la Delegación de Enseñanza religiosa escolar de la Diócesis, recogidos de los centros públicos y concertados de nuestra provincia.

Tanto en la pública como en la concertada, el mayor número de inscritos se registra en la etapa de Primaria, con 4.127 y 2.014 respectivamente, seguida de Secundaria, con 2.682 y 1.685. Destaca también el hecho de que en Bachillerato hay más de un 50% de alumnos inscritos en esta materia.

Por otro lado, solo en la red de centros públicos en Ávila hay un total de 58 profesores dedicados en exclusiva a impartir la asignatura de Religión y Moral Católica, que han accedido a su plaza por reunir las condiciones académicas y eclesiales establecidas tanto en los acuerdos Iglesia-Estado como en la legislación educativa. A ellos hay que sumar otros 89 docentes que desarrollan la materia, junto con otras asignaturas, en los centros concertados de la provincia de Ávila.

Estos datos arrojan, un año más, una extraordinaria respuesta de las familias y los propios alumnos a esta propuesta formativa.  Y es que la asignatura de Religión y Moral Católica, de oferta obligatoria para los centros y de libre elección para los estudiantes, aglutina a más de siete de cada diez alumnos abulenses matriculados en Educación Infantil, Educación Primaria, educación Secundaria y Bachillerato.

Pese a las complejas circunstancias legislativas que rodean a esta asignatura, desde la Delegación de Enseñanza de la diócesis de Ávila nos felicitamos por el hecho de que siete de cada diez familias consideran que la ERE católica es un elemento decisivo para la formación integral de sus hijos.

Las once delegaciones diocesanas de enseñanza de Castilla y León, en colaboración con la Consejería de Educación y otras instancias formativas, ofrecen una formación continua a los profesores para adecuarse a las exigencias de la escuela y del cambiante mundo educativo. Es necesario recordar que todos ellos tienen una sólida formación universitaria, equivalente a los profesores de su nivel educativo, una capacitación pedagógica propia y que complementan con la formación permanente anual en formato de cursos, grupos de trabajo o seminarios.

La enseñanza de religión católica aporta los contenidos necesarios para ayudar a los alumnos a madurar todas las dimensiones de la persona. A través de una pedagogía y didáctica plenamente curricular proporciona los elementos necesarios para conocer mejor las raíces cristianas de nuestra cultura; aporta saberes de sentido y finalidades para conocer el sentido último del nacimiento, de la vida, del dolor, del esfuerzo, del trabajo, de la misma muerte; enseña a colaborar con la humanización de la sociedad y en el cuidado del creado y, por último, favorece el discurso interdisciplinar en el ámbito académico, imprescindible para proporcionar a las nuevas generaciones un saber integral.

Entre los objetivos a medio y largo plazo, las diócesis de la región pretenden mantener estas cifras y ya planean nuevos proyectos compartidos para mejorar su oferta educativa adaptándose al nuevo marco curricular que en breve será publicado por el Ministerio. En este sentido, las delegaciones diocesanas de enseñanza confían en que los próximos Reales Decretos faciliten una adecuada inserción de la enseñanza de religiosa en el marco escolar y que la Consejería de Educación de CyL pueda generar una normativa que respete el derecho fundamental de las familias a elegir libremente y sin perjuicios la enseñanza de religión para sus hijos.