Apostar por el cuidado de quien sufre como una manifestación especial de cariño, que tanto se necesita en estos momentos. Es la reflexión que ha querido transmitir el obispo de Ávila, en un viodeomensaje con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo, que celebramos este 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes.
En él, Mons. Gil Tamayo pone en foco en lo especial de la Jornada en este año, en medio de la pandemia “que tanto sufrimiento está causando, que tantos muertos provoca, con sus nombres y apellidos, tanto dolor en las familias, tanta preocupación en la sociedad”. Por ello, pide que nos fijemos en la relación de confianza, de cuidado del enfermo, en una situación que nos ha enseñado a vivir de una manera especial la enfermedad, “muchas veces en soledad, con tantas medidas de precaución. Por eso, debemos de insistir en el cuidado de tantas personas que están sufriendo”.
Un cuidado más necesario que nunca en una pandemia que nos ha mostrado la dependencia del ser humano: “A quienes la hemos vivido, la enfermedad del COVID19 nos ha enseñado la debilidad, la vulnerabilidad, la dependencia de Dios y de los demás. Por eso, debemos tener puesta toda nuestra confianza en Dios”.
Junto a ello, una palabra de agradecimiento a las personas que nos cuidan (sanitarios, farmacéuticos, médicos, enfermeras, auxiliares de clínica, celadores), a quienes el prelado abulense califica como “bendecidos de Dios, porque hacen una de las tareas más bonitas y más hermosas, y al mismo tiempo de las más necesarias: cuidarnos y curarnos”.