La diócesis de Ávila se alegra de anunciar la próxima ordenación sacerdotal del hasta ahora diácono Francisco Javier Calvo Tolosa (31 años) el próximo domingo 13 de septiembre. La S.A.I. Catedral del Salvador acogerá desde las 18 hs esta celebración, que estará presidida por el Obispo de Ávila, Mons. José María Gil Tamayo. Se da la circunstancia de que es la primera ordenación de un sacerdote diocesano que preside D. José María desde su llegada a la diócesis en diciembre de 2018 (aunque sí ha presidido ordenaciones de sacerdotes carmelitas).
Recordamos que, debido a la situación sanitaria, el aforo de la Catedral se encuentra al 50%, no pudiéndose en todo caso superar las 100 personas en este tipo de celebraciones. Por ello, dado que no todo el mundo podrá acceder al templo, invitamos a toda la diócesis a sumarse en oración por nuestro nuevo sacerdote, para que su tarea al servicio de la Iglesia sea fructífera y cuente siempre con la gracia del Espíritu en su labor pastoral.
Como ya contamos con motivo de su ordenación de diácono el pasado mes de diciembre, Francisco Javier es natural de Las Navas del Marqués. Llegó al Seminario con 24 años, tras estudiar Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid. “Cuando empecé la carrera, la vocación era algo muy lejano para mí, aunque una cierta inquietud tenía, porque el año anterior estuve yendo a las convivencias del Seminario en familia, pero no sentía esa llamada”. Y allí, en aquella Facultad tan alejada de Dios, es donde encontró a Cristo “a través de una comunidad de cristianos de la Pastoral Universitaria. En un primer momento no sabía muy bien cómo responder a esa llamada que el Señor me hacía de una manera más clara, y en aquellos años fui aprendiendo a escuchar mejor a Dios, a hacer oración, a servirle en el apostolado de la universidad. Fue entonces cuando me di cuenta de que lo que más me llenaba en mi vida, y para lo que me había llamado Dios, era para ayudar a que la gente se acercara más al Él. En los últimos años de licenciatura fui haciendo ya una opción más decidida por esa vocación, hasta que al terminar la carrera entré en el Seminario”.
De su época universitaria en Madrid, Javier guarda intensas vivencias. “Algunas de ellas incluso de odio y persecución a la Iglesia. Pero principalmente, y por lo que doy gracias a Dios, encontré grandes amigos que entregaron su vida a Dios. Y es curioso cómo en ese contexto tan alejado del Señor, muchos decidieron seguirle: tengo compañeras de carrera que son carmelitas descalzas, un compañero de clase que es monje trapense, … Eso también me motivó mucho a la hora de ponerme frente a Dios y preguntarle qué quería de mí”.
Tras terminar la Licenciatura en Ciencias Políticas y entrar en el Seminario, comienza sus estudios de Teología en Salamanca, para después volver a Madrid para estudiar la especialidad en Filosofía (de nuevo en la Complutense). Su camino vocacional se ha ido completando en estos últimos años, hasta su ordenación de diácono el pasado 8 de diciembre en la Catedral. Desde entonces y hasta este momento, ha venido desempeñando tareas pastorales en las parroquias de los pueblos de las Cinco Villas.
Una ordenación sacerdotal siempre es una alegría para la Iglesia, que sigue sintiéndose viva. Damos gracias a Dios por el don de seguir mandando “obreros a su mies” y cuidando las vocaciones sacerdotales, tan necesarias en estos momentos. Que infunda en Francisco Javier el Espíritu necesario para ser unos buenos pastores al servicio de su Iglesia.