Familias, os escuchamos

Durante estas semanas de confinamiento, muchas son las familias que no saben cómo afrontar esta nueva situación de una manera positiva sin que se resientan las relaciones entre los cónyuges, o entre padres e hijos.

Por ello, el Centro de Orientación Familiar de la diócesis ha decidido atender esta demanda creciente de las familias de Ávila, con una atención personalizada, de forma telemática, con los profesionales de que dispone en este momento.

La casa no siempre es fácil

Así lo contaba la revista Ecclesia hace unos días:

“En el COF de la diócesis de Ávila atienden, en un año, a 180 familias. En las dos últimas semanas, van por 50. Todo por la idea que han puesto en marcha desde este organismo tras el inicio del estado de alarma. «Me empezaron a llegar solicitudes y mensajes de WhatsApp de gente desesperada, preguntando por técnicas para llevar este aislamiento: familias con niños, o parejas en conflicto para que les diera pautas que hicieran más amena la convivencia», explica Caridad López, directora del COF de Ávila. A partir de ahí, se puso en contacto con el vicario general de la diócesis, Abilio Blázquez de Francisco, y empezaron a trabajar.

En este momento, cuatro personas del COF de Ávila se están volcando en la atención. Todos son profesionales que se encargan de una manera u otra del acompañamiento. «Eso sí, no hacemos terapia, este es un centro de mediación, orientación y acompañamiento familiar», resalta López. En el caso de que alguien necesitara una atención psicológica más especializada, derivan los casos a una psicóloga, «que ha reducido sus tarifas en un 75%», añade la responsable del COF. Sabiendo que cada caso es particular, desde Ávila han detectado tres tipos de necesidades principales. En primer lugar, «personas a las que la incapacidad de tener todo bajo control les genera ansiedad». En ese caso, hay que reconocer que el miedo es una sensación habitual. En segundo lugar, estaría el caso de personas en que el miedo es «histérico, somatizan síntomas». En este caso se encontrarían personas que se adelantan a posibles situaciones que no han vivido, como la pérdida de un familiar. Y en tercer lugar, personas que viven solas, algunas de ellas con síntomas de la infección. «En este caso es importante tratarlas, pero también es muy importante acompañar la soledad», relata López.

La directora del COF de Ávila destaca, también, que la fe puede ayudar a vivir mejor en estos casos. «Si veo que la persona tiene un problema más trascendental, le ofrezco la posibilidad de que sea acompañada por un sacerdote», explica López”. 

QUÉ ES EL COF

El Centro de Orientación Familiar (COF) es un servicio que ofrece el Obispado de Ávila. Es un espacio de acogida que ofrece herramientas a las familias y parejas con dificultades en el ámbito de sus relaciones.

Su objetivo principal consiste en enriquecer y mejorar las relaciones familiares, ayudando a los miembros de las mismas a descubrir las capacidades latentes de mejora de las relaciones interpersonales e interfamiliares. Una labor que presta a través de un equipo de profesionales con una atención personalizada.

Está al servicio de toda familia, pareja o persona que necesite apoyo, sin discriminación de ningún tipo. Es un servicio gratuito, que garantiza la confidencialidad y el secreto profesional.

El COF se nutre de un equipo multidisciplinar de profesionales (orientadores familiares, psicó­logos, psiquiatras, médicos de familia, juristas, trabajadores sociales, psicopedagogos…), y atiende a toda familia que lo necesite, inde­pendientemente de la situación económica, social y religiosa. Entre los servicios ofrecidos se encuentran:

  • Orientación familiar: dirigida a mejorar la cohesión y armonía familiares, en un equilibrio emocional positivo.
  • Mediación familiar: enseñar pautas de co­municación y potenciar la capacidad de la fa­milia para brindar y recibir experiencias.
  • Asesoramiento jurídico: sobre materia de derecho familiar.
  • Formación: con la aspiración de formar un equipo consolidado de colaboradores, que crece y se enriquece con los carismas indivi­duales y familiares de cada uno de ellos.