Comunicado de Cáritas Diocesana por la Jornada Mundial de los Pobres

La III Jornada Mundial de los Pobres tendrá lugar el próximo domingo 17 de Noviembre con el lema “La esperanza de los pobres nunca se frustrará” (Sal 9, 19). Se trata de una invitación del Papa Francisco a reflexionar sobre nuestra realidad más cercana e impulsar acciones que devuelvan la esperanza perdida a causa de la injusticia, el sufrimiento y la precariedad de la vida.

Esta realidad queda en evidencia a través de los últimos datos que nos ofrece el VIII Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en Castilla y León 2019, donde se explica por ejemplo que uno de cada siete castellano-leoneses se encuentra en situación de exclusión social, el 15,3% de la población de esta región se encuentra dentro de la sociedad estancada.

En Castilla y León,  la vivienda es el primer generador de dificultades en la sociedad: Hay 143.000 personas que residen en una vivienda insegura, lo que significa que no tienen contrato de arrendamiento o que tienen notificaciones de desahucio, y 164.000 personas lo hacen en una vivienda inadecuada, es decir, que no reúne las condiciones para la habitabilidad.

Se acuña el término de “trabajadores pobres”, el tener un trabajo no es una garantía de  estar fuera del riesgo de exclusión multidimensional, que supone no sólo la falta de dinero, sino también la acumulación de dificultades, el alejamiento del espacio central de la sociedad, el aislamiento.

Además, en palabras de Guillermo Fernández Maíllo, coordinador de la investigación y miembro del Comité Técnico de la Fundación FOESSA, “se incrementa  la probabilidad de riesgo de exclusión en  Soria, Ávila, Ciudad Rodrigo, Palencia y Zamora, tanto en las distintas capitales como en las zonas rurales de las provincias”. Si en toda la región, el descenso de la población y envejecimiento es una característica que se repite, en las diócesis mencionadas, donde el tejido industrial y la actividad económica están en retroceso, la pérdida de población es progresiva y paralela a la pérdida de servicios.

Ante esta situación, el papa Francisco,  en su mensaje con motivo de la III Jornada Mundial de los Pobres, nos invita a acompañar, a confiar. “Es precisamente esta confianza en el Señor, esta certeza de no ser abandonado, la que invita a la esperanza”.

El mensaje del Papa habla de identificarnos con el “oprimido, el humilde, el que está postrado en tierra”, reavivando la esperanza y la confianza, no sólo con iniciativas de asistencia sino también con un cambio de mentalidad, salir al encuentro, colaborando “activamente para que nadie se sienta privado de cercanía y solidaridad”.