El aporte social de la Iglesia: un gran tesoro que debemos cuidar entre todos

“La Iglesia no se presenta a elecciones, ni es un agente político. Está formada por abulenses, para servir a los abulenses, en una dimensión religiosa, de pueblo de Dios, pero también sin olvidar su aporte social, educativo, asistencial y económico. Es decir, contribuyendo a hacer sociedad, a hacer provincia, a hacer ciudadanía”. Así se refería nuestro obispo a la importancia de remarcar el valor de pertenencia a la Iglesia local y su relieve social. Un relieve materializado en ese gran aporte social y económico, pues “la Iglesia, además de predicar, da trigo”.

En el marco del día de la Iglesia Diocesana, Mons. Gil Tamayo ha recordado el sentido de familia que supone pertenecer a una diócesis. “En un mundo tan individualista como el nuestro, que cada vez vivimos más en solitario, es importante la vivencia de la fe en comunidad. Y ese sentido comunitario, con un rasgo de familia, de proximidad, de consanguineidad en tantas costumbres y cultura (en nuestro caso, con la importancia de la impronta carmelitana, con la impronta también de Castilla), son los ingredientes de una manera de ser católico, que es la de la Iglesia de Ávila”.

Rueda de prensa de la jornada de la Iglesia Diocesana 2019

“La gente tiene sentido de pertenencia a su parroquia, a su cofradía. A cosas muy cercanas. En nuestra diócesis incluso se identifica pueblo y parroquia: son sus señas de identidad, es su patrono, es donde se bautizó, donde se casó, donde se casaron sus padres, …  En cambio, la diócesis se ve como el Obispado, como algo más abstracto, difuminado. Por eso, la Conferencia Episcopal estableció este día para recordarnos que la Iglesia universal se hace presente en cada diócesis, que se llama Iglesia local (porque lleva el nombre de la cabecera de un territorio donde está establecida). Y se identifica con su historia. Es la institución más antigua de Ávila”, destacaba D. José María.

Y lógicamente, la familia tiene vida, sus actividades. Y tiene también sus gastos. Por eso, en esta jornada, se presentan también los presupuestos de la diócesis como una manera de ejercer ese ejercicio de transparencia que está llevando a cabo toda la Iglesia en España. “Al final, los presupuestos, igual que en política, traslucen las ideas a la realidad. Nosotros tenemos una vida, y tenemos un presupuesto. Y tenemos que dar cuenta porque vivimos de lo que nos dan. Por eso, tenemos que responder, siendo responsables, de eso que recibimos y a qué lo destinamos. Así logramos entrar en una cultura de transparencia”.

LA ACTIVIDAD EDUCATIVA: EL GRAN GRUESO DE LA DIÓCESIS

De todas las actividades que lleva a cabo la Iglesia en Ávila, Mons. Gil Tamayo ha querido detenerse en lo que ha considerado “el gran grueso” de la actividad de la diócesis, que es la actividad educativa, puesto que considera que existe una “confianza grande de la población de Ávila” con respecto a la educación católica.

“El peso es importante. Tenemos unos 12 centros católicos, en los que estudian más de 8000 alumnos, y en los que trabajan en torno a 1000 personas (entre profesores y personal no docente). Es un gran aporte al tejido socioeconómico y a la vida social de Ávila. Sin la actividad de la Iglesia, quedaría muy debilitada la provincia, el empleo”.

Destacó nuestro obispo, por ejemplo, los 119 docentes, 24 trabajadores no docentes y 1698 alumnos del colegio diocesano “Asunción de Nuestra Señora”; los 64 docentes, 14 trabajadores no docentes y 1084 alumnos del colegio diocesano “Pablo VI”; los 87 alumnos del colegio diocesano “Juan XXIII”; los 88 docentes y 1193 alumnos del colegio “Milagrosa – Las Nieves”; los 130 docentes, 101 trabajadores no docentes, y los 2070 alumnos en grado (más los 434 alumnos de máster) en la Universidad Católica. Datos a los que se suman los colegios religiosos en Arévalo, Arenas de San Pedro o El Tiemblo.

DATOS ECONÓMICOS

El ecónomo de la diócesis, Alejandro Jiménez, explicaba también las cifras del ejercicio 2018, que vienen a ilustrar “con realidades concretas lo que la Iglesia hace”.

Los ingresos se mantienen en cifras similares con respecto al año pasado, siendo las mayores partidas las provenientes de las aportaciones de los fieles (31 % del total de los ingresos), y de la asignación tributaria (38 % del total de los ingresos).

En el capítulo de gastos, ha habido un incremento de más de 700 mil euros, debido a la puesta en funcionamiento del archivo diocesano (250 mil euros, que se suman al millón y medio que supuso su construcción) y gastos extraordinarios de las parroquias (unos 200 mil euros). El resto, se distribuye de manera similar a otros ejercicios, con partidas importantes para las acciones pastorales (9,3 %), retribución del clero (33,5 %), o la conservación de edificios y patrimonio (33 %).