Memoria de una Iglesia convertida en hospital de campaña

Presentación de la memoria de los distintos programas de Cáritas diocesana de Ávila

Coincidiendo con la celebración del Día de la Caridad, Cáritas diocesana de Ávila ha querido mostrar su Memoria de actividades del pasado 2020. Una muestra del camino recorrido por Cáritas en Ávila, coincidiendo con el intento de dar respuesta a la falta de esperanza que un gran número de personas han ido demandando. Cifra incrementada por las consecuencias socioeconómicas de la pandemia, que ha desestabilizado los cimientos e los que nos habíamos asentado.

“No es la memoria de Cáritas, sino la de todos. Memoria de una Iglesia convertida en hospital de campaña. Memoria de hombres y mujeres de buena voluntad que han intentado responder al grito sufriente de nuestros hermanos”, señalaba Antonio Luis Nicolás, delegado episcopal de Cáritas en la diócesis de Ávila.

Y es que, en este doloroso año 2020, “ha habido que dar respuesta a situaciones de desamparo y frustración total”, según explica el delegado episcopal para Cáritas diocesana de Ávila. En este sentido, Antonio Luis Nicolás ha destacado el hecho de que ha cambiado por completo el perfil del demandante de ayuda por la irrupción de la pandemia. “Estamos viendo cómo llaman a nuestra puerta personas que jamás habían tenido que acudir a Cáritas, porque tenían una vida más o menos estable, normalizada. Hosteleros, autónomos. Gente a la que la pandemia les ha destrozado por completo. Y han recurrido a Cáritas para paliar esas necesidades básicas, para poder sobrevivir”. Para todo ello, Cáritas Diocesana dedicó el año pasado a todos sus programas más de 1.1 millones de euros.

“La solidaridad ya no es una actitud o una opción de unos pocos. La solidaridad nos define como seres humanos, que nos lleva a reconocer que sólo desde la fraternidad podemos dar respuesta y compartir todo lo que le sucede a las personas, siendo conscientes de que nada de eso nos es ajeno”, afirmaba Antonio Luis.

Esta crisis de la COVID, y sus implicaciones socioeconómicas, está aún hoy golpeando duramente a las personas con mayor vulnerabilidad social. Ejemplo de ello es el hecho de que el año pasado, sólo en Ávila capital, Cáritas atendió a 1.643 personas (799 familias), un 39% más que en 2019, dentro del Programa de Acogida y Atención Social. 

Datos que pueden mantenerse en el tiempo, al menos en esta primera mitad de 2020. El delegado episcopal de Cáritas en Ávila ha destacado un dato especialmente preocupante en el “Hogar Santa Teresa”: sólo en el mes de mayo de este año se ha superado el número de personas atendidas durante todo 2020 (178 personas atendidas en mayo de 2021 frente a las 171 atendidas durante todo el año pasado). “Escalofriante” es la palabra con la que Antonio Luis Nicolás ha definido esta situación.

“Somos pueblo, y estamos llamados a ser más pueblo. Y eso sólo se concreta si sembramos esperanza, sintiéndonos prójimos hasta el punto de reconocernos hermanos, de que nos duela la carne herida de nuestros semejantes, que también son nuestra propia carne”, sentenciaba el delegado diocesano para Cáritas.

Programa de acogida y atención primaria

Es el gran bloque de acción de Cáritas en el último año, puesto que trata de dar una respuesta inmediata a las necesidades más básicas del ser humano. Engloba diferentes campos de actuación:

  • ACOGIDA DIOCESANA. Es la puerta de entrada a Cáritas. Desde aquí no sólo se da respuesta inmediata a las necesidades más urgentes de las personas, sino que se desarrollan itinerarios personalizados para que, a través de procesos de acompañamiento, reconduzcan sus situación. Desde aquí, se atendieron el pasado año a 1.643 personas.
  • DISPENSARIO. El recurso a través del cual se recogen donaciones de alimentos y productos de limpieza e higiene. Asimismo, es el lugar donde las familias atendidas por Cáritas reciben los alimentos y productos. Y, junto a la tarjeta monedero, se completa la ayuda de alimentos que se les da. Así se ofrece una respuesta digna a situaciones de carencia a familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad. En total, en el dispensario se atendieron en 2020 a 826 personas.
  • AYUDAS ECONÓMICAS. Para cubrir las necesidades básicas de familias en situación de exclusión social: salud, vivienda, educación, etc. Se atendieron el pasado año a 288 personas
  • ROPERO DE CÁRITAS INTERPARROQUIAL. Un proyecto común de todas las Cáritas parroquiales de Ávila capital, donde se recogen donaciones de ropa de particulares o tiendas, para, después de ser clasificadas, entregar después a familias que previamente han sido valoradas. Aquí se atendieron el pasado año a 250 personas.

Atención a reclusas y exreclusas

El trabajo con las reclusas y exreclusas del Centro penitenciario de Brieva comprende tanto los talleres realizados en el propio centro, como el piso de acogida para la reinserción social de quienes abandonan la cárcel. Está dirigido sobre todo a aquellas reclusas y exreclusas que carecen de apoyo familiar y de recurso económicos. El piso de acogida es un puente entre el centro penitenciario y el mundo exterior. En 2020 se dio cobertura a 25 personas.

Programa de drogodependencia

Situaciones de dependencia de sustancias que se han agravado por la pandemia, y que Cáritas pretende paliar con una respuesta de tratamiento bio-psicosocial para buscar respuestas sociointegradoras.

  • Centro de referencia a nivel judicial: atendió a 54 personas
  • Servicio de primer nivel, para orientación, apoyo y seguimiento a drogodependientes y familiares. Atendió en 2020 a unas 285 personas.
  • Centro de atención ambulatoria a drogodependientes, que atendió a 158 personas
  • Servicio de referencia de prevención de consumo de sustancias en población infantil, adolescentes y jóvenes, que atendió en 2020 a unas 126 personas.

Empleo

Una apuesta por la promoción de las personas, potenciando acciones que favorezcan su inserción socio-laboral. Comprende tanto la orientación laboral, como la formación, intermediación laboral, el apoyo psicológicos durante la búsqueda de empleo, y el apoyo y fomento del autoempleo. El pasado 2020, este programa dio cobertura a 518 personas, un 25 % más que el año anterior. Pese a estas duras cifras, Jesús Gil, coordinador del programa, ha querido lanza un atisbo de “esperanza”, y es que si el año pasado desde este programa se logró la reinserción laboral de 137 personas, hasta mayo de este año han sido más de 100 las que han podido encontrar un puesto de trabajo gracias a Cáritas. “Algo se empieza a mover en el panorama laboral de Ávila”.

Grupo de escucha y acompañamiento

Nacido en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, este grupo de escucha tiene la finalidad de ayudar a las personas que están pasando por una situación de sufrimiento o crisis emocional (enfermedad poropia o de un familiar, duelo, soledad, …). Está formado por voluntarios con una amplia formación para desarrollar esta tarea. Están preparados para acoger, escuchar y acompañar a las persona que sufre. Se ayuda así a que pueda expresar sus emociones y a que se sienta acogida y reconfortada. La pandemia ha propiciado que este centro recibiera más solicitudes de ayuda de lo normal, atendiendo a unas 30 personas.

Infancia, juventud y familia

Luchar contra la brecha digital en plena pandemia, y seguir trabajando para prevenir situaciones de marginación en niños y jóvenes. Es la máxima de este programa, que ha atendido sólo en 2020 a más de 2000 personas, con apoyo educativo, y alternativas de ocio saludable.

Programa sin hogar

  • HOGAR SANTA TERESA: Como explicamos en esta misma web, este programa se ha remodelado para ofrecer un verdadero hogar a los usuarios, con el objetivo de que nadie tenga que quedarse en la calle. En todo 2020 se ha acogido a 171 persona, cifra que se incrementará este 2021, puesto que, como ya hemos señalado más arriba, sólo en mayo de este año la cifra de atendidos se ha acercado a los 200.
  • COMEDOR SOCIAL. Un servicio también remodelado, que ofrece una solución digna a una necesidad basada en el derecho fundamental de la alimentación. Una alimentación sana y variada. El objetivo: que no pase un sólo día sin que una persona carezca de acceso a un plato de comida. Destaca el hecho de que las familias pueden ir allí a recoger su comida para poder después comerla con tranquilidad en sus hogares. En 2020 se atendieron 238 personas.
  • Servicio de lavandería e higiene personal, para las personas que acceden al Hogar Santa Teresa. Dio servicio a 171 personas en 2020.
  • Viviendas sociales. Un recurso que pretende acompañar a familias en situación de vulnerabilidad o riesgo de exclusión social, a las que se les cede temporalmente una vivienda para mejorar sus condiciones de vida y su inserción laboral. En total, fueron 9 las personas atendidas en 2020.

Formación del voluntariado

Es el corazón de Cáritas. Su verdadero motor. Personas que, desde la cultura de la gratuidad y la solidaridad se hacen próximos y se ocupan y preocupan de acoger, atender, escuchar y orientar a los ciudadanos a los que la sociedad empobrece y maltrata. El programa de voluntariado permite formar a todos aquellos que quieren incorporarse a Cáritas.