Vasco de la Zarza: fe, arte y memoria en el corazón de Ávila

La Catedral del Salvador se convierte este verano en un auténtico espacio de diálogo entre fe y arte, acogiendo la exposición “Vasco de la Zarza. 500 años. El siglo de Ávila”, con la que se culminan los actos conmemorativos del quinto centenario del fallecimiento del escultor renacentista. Una iniciativa que, hasta septiembre, permitirá al visitante adentrarse en una de las épocas más fecundas del arte sacro abulense.

Esta exposición —la primera de carácter monográfico dedicada al artista, y que impulsa la Junta de Semana Santa— está comisariada por Fernando Rodríguez-Piñero, conservador de Patrimonio Nacional, e Ismael Mont, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Salamanca. Ambos han diseñado un recorrido didáctico, espiritual y estético que no sólo pone en valor la figura del maestro Vasco, sino que contextualiza su obra y proyecta su influencia en generaciones posteriores.

Mons. Jesús Rico, destacó la importancia de esta propuesta cultural, “en un lugar tan emblemático donde se entrecruzan la historia y la espiritualidad”. Y destacó la importancia singular de la obra de Vasco de la Zarza, del que dijo «expresa más que las propias palabras», en clara referencia a la transmisión de la fe a través del arte que tan magistralmente consiguió el escultor.

Un recorrido por cuatro siglos de arte y fe

La muestra, articulada en torno al sepulcro de Alonso de Madrigal «El Tostado» —considerado una de las cumbres del arte funerario renacentista en España—, está organizada en cuatro bloques temáticos. En ellos se puede recorrer desde el final del Gótico castellano hasta la huella que Vasco de la Zarza dejó en la Escuela Abulense, semilla de la escultura barroca sevillana.

El primer espacio presenta el contexto artístico de finales del siglo XV, con obras procedentes de Flandes e Inglaterra y autores como Copín de Holanda. La segunda parte, bajo el título La Nueva Modernidad, muestra cómo Castilla incorporó las formas del Renacimiento sin necesidad de mirar a Italia, con piezas tan singulares como las sargas de la iglesia de San Pedro o el Cristo de las Batallas.

El núcleo central lo ocupa la figura del propio Vasco, con obras maestras como el citado monumento funerario de El Tostado, acompañado por primera vez de dos incunables del humanista, que enriquecen el contenido espiritual de la exposición. Finalmente, se rinde homenaje a sus discípulos —como Juan Rodríguez o Lucas Giraldo— y a otros escultores de su tiempo, entre ellos Diego Siloe, Pedro Berruguete, Alejo de Vahía o el taller de Felipe Bigarny.

Cada capilla de la girola ha sido transformada en sala expositiva, creando un itinerario temático donde la arquitectura gótica de la Catedral se convierte en parte viva del discurso artístico.

Una muestra coral al servicio del patrimonio

La exposición cuenta con más de 60 piezas procedentes de parroquias de Ávila, su provincia y otras ciudades como Salamanca, Segovia o Zamora. Incluye escultura, pintura, orfebrería, vidrieras y libros, en una cuidada selección que subraya la riqueza del patrimonio eclesial castellano.

El presidente de la Junta de Cofradías, Jesús Manuel Jiménez, habló de “un proyecto edificante y enriquecedor para una Ciudad Patrimonio de la Humanidad”.

También estuvieron presentes los representantes de las entidades patrocinadoras y colaboradoras: Junta de Castilla y León, Diputación Provincial, Ayuntamiento de Ávila, Obispado, Universidad de Salamanca, Casino Abulense y empresas privadas, entre ellas el Centro Comercial El Bulevar. Todos ellos coincidieron en destacar el valor de la colaboración institucional para impulsar el conocimiento y la conservación del patrimonio.

El director general de Turismo, Ángel González, destacó que esta exposición marca “un antes y un después” en la forma de visibilizar el legado de la Escuela de Escultura de Ávila, cuyo punto de partida es la figura de Vasco de la Zarza. En esa misma línea, el presidente de la Diputación Provincial, Carlos García, subrayó el valor simbólico de la muestra, al señalar que “la Catedral es hoy testigo de un hecho histórico”, ya que rompe con “el maleficio de que nadie es profeta en su tierra, reconociendo por fin el talento de los nuestros”. Por su parte, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ávila, José Ramón Budiño, puso el acento en la proyección cultural de la iniciativa, que “permite mostrar con orgullo nuestra historia y patrimonio al resto de España y al mundo”. Los tres coincidieron en resaltar la importancia de la colaboración entre administraciones e instituciones, tanto públicas como privadas, para hacer posible proyectos culturales de esta envergadura.

Un legado que merece permanecer

Ismael Mont, uno de los comisarios, subrayó el carácter “efímero” de esta exposición. Por ello, aprovechó para lanzar una propuesta firme: la creación de un monumento conmemorativo a Vasco de la Zarza en la ciudad de Ávila. “Sería una forma de dejar constancia perpetua del valor de su obra y de su aportación a la historia del arte”.

Fotos: Gonzalo G. de Vega