Las iglesias de La Cañada, San Vicente de Arévalo y La Carrera son las destinatarias del convenio de este año, firmado entre la Diócesis y la Diputación de Ávila, firmado esta mañana en la sede de la institución provincial, y que está dotado con una cuantía de 150.000 euros (75.000 euros cada institución). Especialmente reseñable es el caso de la parroquia de La Cañada, cuya cubierta fue dañada por un incendio el pasado mes de enero, y sobre la que hay que actuar de urgencia en unas obras que están a punto de comenzar. El reparto de la cuantía es el siguiente:
- 85.000 euros para la cubierta de la iglesia de La Cañada
- 40.000 euros para la rehabilitación de la iglesia de San Vicente de Arévalo (obra que está ya próxima a su finalización, y que conseguirá el embellecimiento y recuperación de la antigua torre.
- 25.000 euros para la mejora de la cubierta de la iglesia de La Carrera
“Mi primera palabra es de agradecimiento a la Diputación por este esfuerzo que ha hecho en pro del bien común”, expresaba Mons. Rico García en su intervención tras la firma del convenio, destacando asimismo cómo, desde su llegada a la diócesis, siempre ha encontrado “un trato muy amable y delicado” de las personas que están en las distintas instituciones abulenses.
Más de cuatro décadas lleva vigente este convenio que busca la conservación de los más de 350 templos (iglesias y ermitas) que no están protegidos por la declaración como BIC (Bien de Interés Cultural). “La cultura está impregnada en esta tierra totalmente por el hecho religioso. Y, por tanto, esa expresión cultural que se da en la arquitectura, en todas las obras que hay, es reflejo del ser de esta tierra (…) y esa cultura nos ayuda a todos a entender mejor de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde podemos ir”, afirmaba nuestro obispo para poner en valor un convenio significativo en su importancia para la buena conservación patrimonial en la diócesis. Y es que Don Jesús recordaba la dificultad de mantener a largo plazo nuestros templos en pueblos con pocos habitantes.
Algo que sí se consigue gracias a esta ayuda, que hace que el patrimonio de la diócesis se encuentre en una buena situación en la actualidad. Así lo señalaba D. Óscar Robledo, Delegado diocesano de Patrimonio, quien achacaba este hecho a la “prolongación de este convenio”, vigente desde hace más de 40 años, y con el que se han podido paliar las “urgencias y necesidades” de los templos. “En general, nuestros edficios se mantienen bien. Hay situaciones puntuales, que son fácilmente subsanables. En el futuro no sabemos lo que va a ocurrir, con esa falta de población. Pero actualmente no podemos decir que esté en mal estado”. Óscar Robledo recordaba, asimismo, que no hay ningún templo declarado en ruinas, y ensalzaba el trabajo de la Comisión de Obras de la Diócesis, que estudiaba las necesidades y las urgencias de las iglesias y ermitas.
Por su parte, el presidente de la Diputación Provincial, D. Carlos García, ponía de manifiesto “la importancia que tiene cuidar de nuestro patrimonio”, con la conservación de unas iglesias y ermitas a las que calificaba como “lugares de encuentro, de convivencia, de unión de muchas generaciones”. Y recordaba cómo, con esta firma, “desde las instituciones mandamos un mensaje de compromiso de cara al futuro”.
