“El que esté más alto, debe estar al servicio de los demás”

En el Día del Amor Fraterno, la Catedral de Ávila acogía la celebración de la Misa en la Cena del Señor. El Jueves Santo nos recuerda la institución de la Eucaristía y la entrega generosa del Cristo que se hace servidor de los demás, amándolos “hasta el extremo”.

GALERÍA DE IMÁGENES DE LA CELEBRACIÓN (fotos: Gonzalo González de Vega)

En el pórtico de entrada del Triduo Pascual, Mons. Rico recordaba esa humildad de Jesús, plasmada en el gesto con sus discípulos en la Última Cena: teniendo todo el poder, les lava los pies. “Es un gesto que hacían los esclavos en aquella época. Hace un gesto de esclavo. Él que tenía todo el poder, él que era el Señor, se humilla como un esclavo”. Y nos muestra a un Jesús que “ha venido para servir y no ser servido”. Un gesto que no fue comprendido por los discípulos (lo vemos en la negativa de Pedro), y que Cristo les explica dando testimonio de lo que los demás debemos hacer: “Es el ejemplo del Señor. Él, que es el Maestro, lava los pies, porque entre los suyos, el que es el más alto debe estar al servicio de los demás”.

“El lavatorio de los pies, por tanto, se convierte en un símbolo, en una señal”, explicaba en su homilía el obispo de Ávila. “Lavar los pies es lo mismo que decir: ‘estoy a vuestro servicio’. Cada uno de nosotros tendríamos que interrogarnos: ¿estoy realmente dispuesto a servir, a ayudar al otro?” 

“La Eucaristía es la unión visible de todos”

Recordaba asimismo Don Jesús el hecho de que el Jueves Santo es el día de la institución de la Eucaristía, con la que “nace la Iglesia”. “La Eucaristía es el misterio de la íntima cercanía y comunión de cada uno con el Señor, y es al mismo tiempo la unión visible de todos. La Eucaristía es el sacramento de la unidad. Por eso la celebramos en y con la Iglesia. Y aunque a veces no entendamos cómo la Eucaristía nos edifica como cuerpo de Cristo, nos hace sentirnos miembros suyos. Y por eso miembros de la Iglesia, del único cuerpo de Cristo, la Iglesia”. Un hecho que se traduce, explicaba nuestro Pastor, en el hecho de llevar a cabo nuestra entrega actuando en el corazón del mundo.

“El ejemplo de Jesús nos debe mover a ser nosotros Eucaristía viva, ser cuerpos que se entregan en el servicio de los demás, dispuestos a sellar con nuestra sangre la alianza que Dios hoy y siempre renueva con el género humano. Recibir a Jesús en la Eucaristía no es un simple rito ni un simple precepto. Es afirmar: ‘Señor, creo en Ti’. Y aunque como a Pedro nos cueste entender o incluso aceptar el modo de proceder de Jesús, debe llevarnos a asumir que somos sus pies, sus manos, sus oídos, su corazón, que somos el rostro visible de Jesús para el mundo y que en el corazón del mundo debemos seguir su ejemplo de servicio y entrega como semillas del reino”, afirmaba.

“Quered a vuestros sacerdotes, apoyadles”

Ha querido también acordarse Mons. Rico de quienes llevan a cabo cada día este Sacramento de la Eucaristía: los sacerdotes, pues el Jueves Santo supone asimismo la institución del sacerdocio. “Es un día para pedir por ellos, para que, siguiendo el ejemplo de Jesús, Buen Pastor, sepan dar la vida por su pueblo y ayuden a crecer en la fe al pueblo de Dios que les ha sido confiado”.

“El sacerdote necesita el amor de su pueblo y sus oraciones”, afirmaba Don Jesús, que hacía una petición expresa a los fieles: “Quered a vuestros sacerdotes, apoyad a vuestros sacerdotes. Hoy pedimos por ellos, especialmente por aquellos que estén pasando por dificultades”.

Concluía sus palabras el obispo de Ávila con la petición al Señor de que nos fortalezca en la unidad con Él “y en la unidad de unos con otros. Dale unidad a tu iglesia para que el mundo crea”.

La Eucaristía continuaba con el gesto del lavatorio de los pies a varios fieles, que subían al presbiterio para que Mons. Rico repitiera aquel gesto humilde de Jesús con sus discípulos.

Y, tras la Comunión, la reserva del Santísimo, trasladado solemnemente bajo palio hasta el Monumento instalado en la Capilla de San Segundo, patrón de Ávila, donde permanecerá hasta los Oficios de mañana, Viernes Santo.