Este jueves se ha presentado en la Conferencia Episcopal la campaña del Día de la Iglesia Diocesana, que celebraremos el próximo domingo 12 de noviembre. En ella, vemos un rostro que en Ávila conocemos bien: se trata de la Hermana María, de las Esclavas Carmelitas de la Sagrada Familia, que protagoniza el cartel y parte del video de la jornada. La Hermana María, con la que hablábamos el pasado mes de febrero en el marco de la jornada de Vida Consagrada, forma parte de la comunidad de Ávila de esta congregación, que en nuestra diócesis trabajan en las parroquias de San Pedro Bautista, el ICM, San Pedro Apóstol y San Juan. A partir de ahora, su imagen estará en las parroquias de toda España, en anuncios en prensa, así como en los spots de televisión e Internet.
Ella es uno de los rostros que muestra el orgullo de ser creyentes. “Orgullosos de nuestra fe” es el lema que propone el secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia para esta Campaña del Día de la Iglesia diocesana. Un Día de fiesta, de celebración, en el que “recordamos y agradecemos nuestra pertenencia a una comunidad cristiana”. Y un Día para el agradecimiento y para tomar conciencia de que somos miembros de una gran familia. Lo que la Iglesia hace “es gracias al tiempo, las cualidades, la oración y el apoyo económico de todo el pueblo de Dios”.
Una campaña que se muestra así, en un emotivo video:
“Orgullosos de nuestra fe”
Con el lema de este año, el secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia se sitúa en una realidad: en el contexto social actual no es fácil reconocerse como creyente en muchos ambientes. Así, invita a quitarse ese “sentimiento” de “cierta vergüenza” para “mostrar ‘Orgullosos de nuestra fe’ lo que somos y lo que hacemos, con humildad, convencidos de que Cristo y el Evangelio hacen de este mundo un lugar mejor”.
Por eso, cada año, el Día de la Iglesia diocesana pone en marcha esta Campaña para reforzar ese sentimiento de pertenencia de los creyentes y para “tocar” su corazón, también el de aquellos que, por distintas circunstancias de la vida, se han alejado de la práctica religiosa. Porque la celebración y la vivencia de la fe son un motivo de alegría en un mundo sediento de esperanza. También es una oportunidad para reconocer y agradecer todo el bien que hace la Iglesia.
Juntos llegamos más lejos
Un bien que se hace posible por la corresponsabilidad. No se trata de obligar ni de imponer, sino de promover un modo de seguir a Jesucristo. Para ello, se proponen cuatro alternativas de colaboración:
- Tu oración: Puedes rezar por tu parroquia porque tu oración es necesaria y será el alma de toda la actividad que se realice. Con ella, los frutos serán mayores y más permanentes.
- Tu tiempo: Dedica algo de tu tiempo en tu parroquia a los demás. El tiempo que puedas: media hora, una, tres horas… Lo que se ajuste a tu situación de vida.
- Tus cualidades: Cada uno puede aportar un poco de lo que sabe: una sonrisa cercana, una mano que apoya un hombro desconsolado, remangarse cuando sea necesario, acompañar en silencio al que sufre.
- Tu apoyo económico: Haz un donativo. Con tu aportación periódica ayudas más, porque permiten elaborar presupuestos y mejorar la utilización de los recursos y planificar acciones a medio y largo plazo.
Una colaboración que ha hecho posible que más de cuatro millones de personas hayan podido ser atendidas en centros asistenciales de la Iglesia; que sujetan las más de 22.000 parroquias que están al servicio de toda la sociedad; y que sacerdotes, voluntarios y seglares puedan dedicar más de 40 millones de horas a los demás. También gracias a esa corresponsabilidad, hay más de 10.000 misioneros españoles en los cinco continentes.
Los protagonistas del Día
Los protagonistas del Día de la Iglesia diocesana son todos los que forman parte de la Iglesia y de su misión, todo el Pueblo de Dios. En España, la Iglesia católica se estructura en torno a 70 diócesis, 69 territoriales a las que hay que unir el arzobispado Castrense. Según los datos de la última Memoria anual de actividades, la Iglesia cuenta con 22.947 parroquias; 16.126 sacerdotes; 1.028 seminaristas; 35.507 religiosas y religiosos; 8.326 monjes y monjas de clausura; 10.382 misioneros; y millones de laicos. De ellos, 408.722 forman parte de alguna de las 86 asociaciones y movimientos.