El Ministerio del Obispo: Maestro, Sacerdote y Pastor

Seguimos con esa cuenta atrás, y ya quedan sólo 10 días para la ordenación episcopal de Mons. Jesús Rico. Por ello, continuamos conociendo más a fondo la importancia de la figura del obispo, con estas tres atribuciones.

MAESTRO QUE ENSEÑA

El Obispo es el Maestro que anuncia el Evangelio con la autoridad del Señor. Expone en su integridad la fe de la Iglesia. Aplica la Palabra de Dios a las diversas circunstancias de la vida. Es, por eso, en la Diócesis el primer evangelizador y catequista y sus enseñanzas hay que atenderlas con respeto y obediencia.

SACERDOTE QUE SANTIFICA

El Obispo es el Sacerdote que santifica y celebra los sacramentos, particularmente la Eucaristía. Él es el que anima la vida de oración de sus diocesanos, el que procura que todos crezcamos en la gracia de Dios. Por eso, el Obispo es quien nos da el don del Espíritu Santo en el sacramento de la Confirmación como su ministro originario y ordinario. Él debe ayudar a sus fieles con el ejemplo de su vida, evitando el mal y, con la gracia de Dios, intentando el bien con todas sus fuerzas para llegar a la vida eterna junto con el rebaño que le ha sido confiado (Cf. LG 26).

PASTOR QUE CUIDA

Es el Pastor que rige y gobierna la Diócesis que le ha sido encomendada. El pastoreo que ejerce el Obispo y su cuidado hace visible el servicio de Cristo. Un servicio a la comunidad como un padre en su familia: a todos conoce y por todos se preocupa sinceramente. Esta preocupación no es solo por los cristianos que le han sido confiados sino que alcanza a todas las Iglesias y a quienes aún no han recibido la luz del Evangelio.

DISTINTIVOS DEL OBISPO

  • Báculo: Simboliza el oficio de apacentar que el Obispo tiene como Pastor de la Iglesia de Dios.
  • Mitra: Con ella, el Obispo se presenta como Maestro de la Verdad del Evangelio.
  • Anillo: Significa la fidelidad que el Obispo debe a la Iglesia, Esposa santa de Cristo.