Tras conocer la noticia del fallecimiento del Papa emérito Benedicto XVI, acontecida a las 9:34 de este último día del año 2022, el Administrador Diocesano Mons. Jesús García Burillo, así como toda la diócesis de Ávila, quiere expresar su más profundo dolor y pena, pero también agradecimiento por la entregada vida al servicio del Evangelio y de la Iglesia de este gran hombre de Dios.
Un teólogo sobresaliente, capaz de tender puentes entre el mundo intelectual, filosófico y espiritual, demostrando que siempre es necesario un diálogo fecundo entre razón y fe. Una persona sencilla, que protagonizó un momento único en la Historia, al renunciar a su papado el 28 de febrero de 2013, para retirarse así a una vida de oración y espiritualidad. Un Papa que dejó una huella profunda en los corazones de muchos españoles, pues visitó nuestro país hasta en tres ocasiones. La última en 2011, con motivo de la JMJ de Madrid, donde participaron muchos jóvenes de nuestra diócesis, que guardan un precioso recuerdo de las palabras que les dirigió el Pontífice en Cuatro Vientos, en medio de una imponente tormenta de verano.
Desde Ávila, en comunión con el Papa Francisco y toda la Iglesia universal, pedimos a los fieles de toda la diócesis, a las parroquias, a las comunidades de vida contemplativa, a religiosos y religiosas, y a todo el pueblo de Dios que se unan en oración por el eterno descanso de Joseph Ratzinger, pidiendo con fervor a Santa María que lo acoja en su maternal seno. Que el Dios de la vida le ofrezca descanso eterno.