En el Día de las Personas sin Hogar, Cáritas diocesana de Ávila recuerda que la crisis que padecemos agrava la situación de los más vulnerables
Con motivo del Día de las Personas sin Hogar, que se celebrará el próximo domingo 30 de octubre, Cáritas quiere interpelar a la población sobre el grave problema social del sinhogarismo, que despoja al hombre de uno de sus derechos fundamentales, como es el de la vivienda. Esta jornada, que cumple su 30 aniversario, se presenta bajo el lema “Fuera de cobertura”, con el que se denuncia la falta de acceso a derechos, y en especial, la desprotección social que sufren estas personas. Y nos invita, de manera individual y colectiva, a ser una sociedad inclusiva que genere comunidad, interpelando con la frase “No permitas que se queden fuera”.
En Cáritas Diocesana de Ávila llevamos estos 30 años con el empeño de hacer visible la realidad de vulnerabilidad extrema que viven las personas que van quedando al margen: al margen de las relaciones sociales, del espacio público normalizado, del acceso a su derecho de vivienda, empleo y protección social. En definitiva, de los lugares de inclusión en los que “las personas cuentan”.
Según los últimos informes del Observatorio de la realidad de Cáritas (2021) y de la Fundación FOESSA (2022) se ha producido un aumento de la desprotección y vulnerabilidad de las personas. La realidad de las aproximadamente 40.000 personas en situación de sinhogarismo acompañadas por Cáritas en España y los 2.500.000 personas y familias en situación de extrema vulnerabilidad que existen hoy en nuestro país nos pide responder a los retos que esta emergencia humana.
El trabajo en nuestra diócesis, en este sentido, se hace a través del Hogar Santa Teresa (el anteriormente denominado albergue de transeúntes), que está viendo cómo están creciendo de forma preocupante los números de sus usuarios. Esto es debido, principalmente, a los efectos no superados de la pandemia, que se suman al agravamiento de la crisis que provoca la guerra de Ucrania, así como la explosión de una crisis energética, y que sin duda ahondará en la vulnerabilidad y la exclusión.
En 2022, hasta el mes de septiembre, se han realizado en este Hogar Santa Teresa unas 1072 intervenciones, que han supuesto unos 16.065 euros en ayudas. Asimismo, en lo que llevamos de año, el uso de tarjetas monedero para ayuda de alimentación se ha incrementado un 40%.
Desde el Hogar Santa Teresa han notado un aumento significativo de la asistencia al comedor social, principalmente por parte de personas demandantes de protección internacional. Asimismo, preocupa el aumento significativo que ha supuesto el alojamiento en hostales (financiado por Cáritas) de familias solicitantes de protección internacional, y en el que no intervienen otras instituciones. Preocupa también el importante crecimiento de personas con problemas de salud mental y/o patología dual (consumos) que demandan la ayuda de alojamiento de Cáritas por falta de recursos.
Todas estas cifras son provisionales de un año que se presume difícil, y con la previsión de que aumenten de forma muy significativa en los próximos meses debido a la crisis energética y económica que estamos padeciendo, y que afecta de manera más intensa a las personas más vulnerables.
En la diócesis de Ávila, a través de Cáritas Diocesana, siempre trabajamos poniendo como centro a la persona, de manera que los procesos personales y los acompañamientos profesionales se realizan durante el tiempo que sea preciso para que las personas puedan recobrar su dignidad, la esperanza y su sentido de la vida.