Las previsiones de lluvia sobre Arenas de San Pedro no impidieron que más de un millar de personas, muchas de ellas llegadas de otras localidades de la zona y de comarcas limítrofes, acudieran este miércoles al Santuario de San Pedro de Alcántara para celebrar el día grande de las fiestas en honor su patrón, más especial que nunca por la clausura del IV Centenario de su Beatificación y Patronazgo.
Tras la víspera, en la que como cada año tuvo lugar una multitudinaria ofrenda floral a la estatua del santo situada frente a la plaza del Condestable Dávalos, en la que centenares de arenenses cumplieron con esta tradición, entre ellas numerosas familias, y en la que el acompañamiento musical lo pusieron con sus canciones los grupos folclóricos locales, este miércoles de nuevo la música era protagonista desde primera hora de la mañana, ya que desde las 9,00 horas la banda municipal recorrió las principales calles del municipio con su diana floreada, mientras que los arenenses más madrugadores, acompañados por el sonido de las gaitillas, comenzaban su caminar hacia el santuario alcantarino, algunos de ellos ataviados con trajes tradicionales, donde a las 12,00 horas dio comienzo en la carpa instalada en el Campillo la santa misa solemne de clausura del Año Jubilar, presidida por el cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo emérito de Valladolid, en la que se recordó la figura de San Pedro de Alcántara, guía espiritual de las gentes de Arenas, en memoria de voto de patronazgo que se hizo hace 400 años, el 19 de octubre de 1622, y tras la que, de manera simbólica, fue apagado el cirio del centenario y cerrada la Puerta Santa.
Una vez concluida la misa, a la que asistieron los miembros de la Corporación Municipal encabezados por el alcalde, Juan Carlos Sánchez Mesón, y diferentes autoridades tanto regionales como provinciales, entre ellas el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, y el presidente de la Diputación Provincial, Carlos García, hubo música tradicional de gaitilla en el Campillo, que dio paso a las clásicas escenas de familias y amigos reuniéndose en grupos para comer.
Y ya a primera hora de la tarde, aprovechando que la meteorología acompañaba en ese momento, se reanudaron los actos con la tradicional procesión con la imagen de San Pedro de Alcántara, que dio los tradicionales cuatro paseos en un recorrido marcado por el respetuoso silencio de los allí presentes, tras las cuales tuvo lugar la subasta de banzos. En su recorrido, el patrón estuvo acompañado por numerosos fieles, algunos de ellos ataviados con los trajes regionales.
Fuente: Diario de Ávila