En el marco de la celebración del Domingo del Buen Pastor y de la Jornada de Oración por las Vocaciones y las Vocaciones Nativas, el seminarista abulense Juan José Rodríguez fue instituido acólito y lector, en una celebración que se desarrolló en la parroquia de San Pedro Apóstol . Arropados por los formadores del Seminario, además de por su familias y amigos, el seminarista diocesano tuvo la oportunidad de vivir con intensidad Eucaristía en la que le fueron conferidos esos ministerios.
GALERÍA DE IMÁGENES DE LA CELEBRACIÓN (fotos: Gonzalo G. de Vega)
El acolitado y el lectorado son la actualización de las antiguas “órdenes menores” que recibían solo los candidatos al sacerdocio. Con la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, estas órdenes se actualizaron, perdiendo el carácter clerical que habían adquirido, volviendo a ser ejercidas por laicos. De este modo, el papa Pablo VI escribió el motu proprio Ministeria quaedam, por el que se adaptó las “órdenes menores”, llamándolas acolitado y lectorado. Además, la colación dejó de llamarse “ordenación”, pasando a ser denominada “institución”.
Los más importante del cambio fue que estos servicios volvieron a ser ejercidos por laicos, y no solo por clérigos, aunque para que se preparen mejor los candidatos al sacerdocio, siguen recibiendo estos ministerios.
El lector es el encargado de leer la Palabra de Dios en la asamblea litúrgica, instruyendo además a los fieles para recibir los sacramentos. Por su parte, el acólito ayuda al diácono y al sacerdote en el altar. De modo extraordinario, distribuye la comunión y expone el Santísimo para la oración, además de instruir a todos los fieles sobre la Eucaristía.