Ávila arropa a Cáritas en su 60 aniversario

Memoria agradecida. Es la expresión que más se escuchó el viernes en la Catedral del Salvador, en la celebración de los 60 años de Cáritas diocesana de Ávila con una Eucaristía de Acción de Gracias que presidió el Obispo Mons. Jesús Rico. Junto a él, el Cardenal Blázquez, y los obispos eméritos de Ávila y Salamanca (D. Jesús García Burillo y D. Carlos López). También acudió Vicente Martín, obispo auxiliar electo de Madrid, que es actualmente delegado diocesano de Cáritas Española, así como el presidente nacional de Cáritas, Manuel Bretón. Y numerosos sacerdotes diocesanos, que quisieron compartir este aniversario tan especial. Como también lo hicieron las autoridades y un gran número de fieles, muchos de ellos voluntarios de Cáritas, que llenaron la nave central del templo.

GALERÍA DE IMÁGENES DE LA CELEBRACIÓN (fotos: Gonzalo G. de Vega)

En su homilía, Mons. Rico recordó las palabras de la carta que ha escrito a los fieles por el 60 aniversario de Cáritas. En ella, afirmaba cómo, a través de sus distintos proyectos y programas, “está siendo fiel a un modelo de acción social que savalguarda la dignidad de todo ser humano más allá de sus condiciones. Una tarea que necesita el soporte de todos y de la generosidad de todos, del compromiso de personas e instituciones. Un don llamado a ser luz que no puede quedar debajo del celemín, sino que ha de alumbrar la oscuridad de nuestra casa común. Un trabajo en el que estamos todos implicados por el bien común. La Iglesia no puede prescindir nunca de una tendencia muy especial al testimonio de la caridad en el que se juega de hecho su credibilidad en lo que constituye el núcleo mismo del anuncio del amor”.

“La caridad, hermanos, convierte el mensaje cristiano en positivo, relevante y atractivo. El mundo en que vivimos lamentablemente es duro y frío. En él hay personas que se sienten excluidas, maltratadas y que esperan algo de luz y calor. En este mundo, nuestro gran argumento es la caridad, que proporciona credibilidad, empatía y amabilidad a las personas que comunican y es la fuerza que nos permite actuar de forma paciente, integradora y abierta”, continuaba el obispo de Ávila, quien, asimismo, daba las gracias por los 60 años de Cáritas diocesana: “En nombre de esta Iglesia quiero reconocer el importante trabajo de tantos agentes que ayer y hoy han puesto rostro a nuestra Cáritas. Muchas gracias por vuestro servicio. Hermanos, el creyente reconoce que todo es gracia, que el amor del Señor precede, acompaña y sigue la propia vida. Ojalá que todos nosotros sepamos responder al don de Dios, sobre todo, haciendo de nuestra propia vida un don”.

En el mismo sentido, el delegado episcopal de Cáritas diocesana de Ávila, Antonio Luis Nicolás, quiso poner en valor al término de la Eucaristía  el esfuerzo de Cáritas no sólo como entidad de ayuda, sino como “grito que clama por la justicia. Calidez y calidad, pero también denuncia ante estructuras de pecado que roban la dignidad de nuestros hermanos. Y todo ello no es posible, primero sin la encomienda de la Iglesia que camina en Ávila, pero tampoco sin la apuesta generosa de tantos hombres y mujeres, que desde su entrega personal han puesto rostro y manos a un trabajo que sabe a Evangelio. No puedo nombrar a todos porque no me gustaría que alguno se quedara en el olvido, os puedo asegurar que todos, absolutamente todos estáis en la mente y en el corazón de los que nos toca coger el testigo de tanto trabajo realizado y tanto bien sembrado”.