Todo Arenas de San Pedro se ha volcado con su patrón. Como reza el lema del IV Centenario de la Beatificación de San Pedro de Alcántara, “un santo para un pueblo”, la localidad del sur de la diócesis honraba este fin de semana la memoria de este gran hombre de fe, en unas fiestas organizadas ad hoc para honrar esta efeméride.
Desde el traslado multitudinario ayer sábado de la imagen del santo desde el santuario franciscano hasta la parroquia de la localidad, hasta la Eucaristía de este domingo presidida por nuestro obispo D. José María, los arenenses han demostrado la gran vocación que tienen por San Pedro de Alcántara, fraile del siglo XVI, confesor de Santa Teresa, y gran “hombre de oración”-
Así lo definía Mons. Gil Tamayo durante su homilía, en la que resaltaba la “admirable forma de vida” que nos dejó como legado, su sencillez, su estilo de vida fraterna. Una llamada a la santidad, que coincide con la que nos hace también Santa Teresa en este Año Jubilar por el IV Centenario de su Canonización, que se celebra al mismo tiempo con el Jubileo Alcantarino. Una coincidencia que nos interpela a ese camino para ser santos, al que todos estamos llamados por nuestro bautismo. Por ello, destacaba el obispo que San Pedro de Alcántara se ha convertido en todo “un referente para nosotros, una lección para vivir en un mundo tan secularizado, para recuperar la presencia de Dios”.
Pedía D. José María que, el gran fruto de ese Año Jubilar que se está celebrando en Arenas de San Pedro sea precisamente la primacía de la oración en nuestras vidas, “que aumentemos nuestra vida de oración”, y lo hagamos sin complejo alguno. Oración que ha realizado también a San José Obrero, en el día de su fiesta, y oración de agradecimiento asimismo para las madres en este domingo tan especial para ellas.
La eucaristía, retransmitida en directo por La 2 de TVE, servía para renovar el patronazgo de San Pedro de Alcántara en Arenas de San Pedro. Ha contado con una amplia participación de fieles, así como la presencia en el altar no sólo de la imagen del santo, sino también de la Virgen del Pilar.