Jornada de ayuno y oración por la paz en Ucrania

Pasadas las 4 de la madrugada de este jueves, han comenzado los ataques armados, causando conmoción en el país ucraniano y gran sufrimiento entre su población. Por ello, el obispo de Ávila Mons. Gil Tamayo ha querido dirigirse a todos los diocesanos “ante la dura realidad de un conflicto bélico en Ucrania”, pidiendo unirse a la jornada de ayuno y oración anunciada por el Papa Francisco para el próximo 2 de marzo (Miércoles de Ceniza), para que juntos podamos pedir al Señor la paz en aquella parte de Europa y en todo el mundo.

El Santo Padre hacía este llamamiento urgente “a todos, creyentes y no creyentes. Jesús nos ha enseñado que a la insensatez diabólica de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno”. En comunión con el Pontífice, Mons. Gil Tamayo ha pedido que nos unamos todos a esta jornada de ayuno y oración. Asimismo ha solicitado a los sacerdotes de la diócesis que hagan llegar este llamamiento a todos los fieles y consagrados, especialmente a los monasterios de clausura.

“Unidos en intensa oración, invocamos especialmente la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Reina de la paz, para que preserve al mundo de la locura de la guerra”, concluye la misiva del Obispo de Ávila.

Al finalizar la Audiencia General de este miércoles 23 de febrero, el Papa Francisco hacía el siguiente llamamiento:

“Tengo un gran dolor en el corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas se están abriendo escenarios cada vez más alarmantes. Al igual que yo, mucha gente en todo el mundo está sintiendo angustia y preocupación. Una vez más la paz de todos está amenazada por los intereses de las partes. Quisiera hacer un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas, para que hagan un serio examen de conciencia delante de Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos. Pido a todas las partes implicadas que se abstengan de toda acción que provoque aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional.

Y quisiera hacer un llamamiento a todos, creyentes y no creyentes. Jesús nos ha enseñado que a la insensatez diabólica de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno. Invito a todos a hacer del próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, una Jornada de ayuno por la paz. Animo de forma especial a los creyentes para que en ese día se dediquen intensamente a la oración y al ayuno. Que la Reina de la paz preserve al mundo de la locura de la guerra”.

Desde Ávila, nos uniremos el 2 de marzo a esta jornada convocada por el Santo Padre. Porque la paz nos implica a todos.