68 misioneros que abren la diócesis de Ávila al mundo

“Vivimos en una sociedad donde la imagen es muy importante, donde todo pasa muy deprisa. Por eso, cuando alguien se para a contarnos, a mostrarnos qué hay detrás de lo que ve, qué oye, qué siente, qué significa para él, inmediatamente nosotros también paramos. Nos hace pensar. Por eso, es fundamental como cristianos que contemos lo que vemos y oímos. No se trata de hablar de cosas bonitas sin más, sino de hablar de alguien, que es el mismo Cristo, que está vivo, de hablar de su presencia en nuestra vida, de que está en lo cotidiano, y eso nos hace felices. Y hablar no sólo con palabras, sino hablar también con nuestra forma de vivir, con nuestro testimonio”.

Mercedes Sánchez, Delegada diocesana de Obras Misionales Pontificias, explica así el sentido del lema del DOMUND de este año: “Cuenta lo que has visto y oído”. Este 24 de octubre celebramos esta jornada, tradicionalmente muy querida dentro de la Iglesia, que nos lleva a fijarnos en la importancia de dar testimonio del Evangelio tanto en países lejanos como en nuestro propio entorno.

La diócesis de Ávila cuenta en la actualidad con 68 misioneros que no sólo realizan su labor allí donde están, sino que con su ejemplo nos lo están mostrando a nosotros. “Cuando un misionero decide dar ese paso en su vida, dedica toda ella a contar lo que ha visto y oído. Es la razón por la que salen de su tierra, por la que van a llevar el Evangelio a tierras y culturas diferentes. Esa llamada del Señor es lo que le puede llevar a compartir con todos los hermanos lo que han visto y oído. Y lo hacen con inmensa alegría y entrega. Por eso, a nosotros, que vemos con su vida cómo nos cuentan lo que han visto y oído, nos hacen que nos sintamos llamados a seguir su ejemplo”.

En definitiva, lo que quieren dejar claro desde la Delegación de Misiones es que, de alguna manera, todos tenemos nuestra misión, todos somos misioneros. Pero, ¿seguimos necesitando misioneros en países de misión? La respuesta de Mercedes no deja lugar a dudas: “Sí, y siempre. Porque nuestro contar a los demás no es en nuestro círculo de personas allegadas. Se trata de salir a todos los hombres. Es un mensaje tan grande que tiene que llegar al mundo entero. Necesitamos misioneros y serán nuestra responsabilidad. Nuestros misioneros abren la diócesis de Ávila al mundo, porque son enviados por la diócesis. Nuestros misioneros son la presencia de Ávila en todos los continentes”.

¿Y cuál es ese testimonio que nos ofrecen los misioneros abulenses? Mercedes nos confiesa que, cuando vienen a la Delegación de Misiones o se ponen en contacto con ellos por teléfono o por correo, cuentan con todo detalle cómo es su vida allí. “Muchas veces nos cuentan con mucho dolor las injusticias que sufren. Nos hablan del hambre, de la enfermedad. Nos hablan de tantas carencias que tienen”. Pero, sorprendentemente, lo hacen siempre con una sonrisa en su rostro. “Es curioso ver que siempre están llenos de ilusión. Siempre sonríen. Cada pequeño logro lo cuentan con inmensa alegría. Son felices y se les nota en los ojos cuando son testigos de cómo Dios cambia la vida de esas personas. Nos hablan con cariño de ellos, son dicen que son acogedores, agradecidos, que son solidarios compartiendo lo poco o nada que tienen”. Al final, todos los misioneros terminan confesando que dan gracias a Dios porque reciben mucho más de lo que dan. “También son muy agradecidos. Agradecen muchísimo el trabajo que hacemos desde la Delegación. Y agradecen el esfuerzo de la gente de Ávila. Agradecen la oración, los donativos. Ellos saben, y son conscientes en primera persona, que si no fuera por nuestra ayuda, ellos no podrían estar allí, no podrían realizar su misión”.

Donativos que, pese a estar en medio de una pandemia, no han sufrido grandes variaciones. Y es que, pese a haberse reinventado todas las campañas para adaptarse a la situación sociosanitaria, en 2020 en Ávila se recaudó casi tanto dinero como hace dos años. En total, 109.309 €. “Es mucho dinero, porque si pensamos en que la inmensa mayoría de la recaudación que tenemos en el DOMUND se hace en nuestras iglesias, en nuestros colegios, y pensamos en la situación que vivíamos el año pasado (cuando, por ejemplo, no se podía pasar el cestillo en las misas), hay que agradecer infinitamente el esfuerzo de nuestros sacerdotes, de nuestros catequistas, de nuestros profesores. Y agradecer la generosidad de la gente de Ávila. Porque además, de esos casi 110 mil euros, Ávila donó para el fondo COVID que el Papa abrió para países de misión unos 8.000 euros. Ávila siempre responde de una forma muy generosa”. Por ello, desde la Delegación de Misiones quieren dar las gracias a todos cuantos han colaborado de manera tan extraordinaria.