Este año sí. Después del parón del 2020 por culpa de la pandemia, los sacerdotes abulenses han podido honrar al patrón del clero español, San Juan de Ávila. Con medidas de prevención, eso sí, pero con ilusión por la unión del presbiterio en un momento muy especial como éste. Una jornada que también servía como homenaje a los sacerdotes que cumplen 25, 50 y 60 años de su ordenación, incluidos los que los que cumplieron el año pasado y no pudieron celebrarlo. Todos ellos han destacado la importancia de su vida sacerdotal y su compromiso de servicio y entrega para con los demás. Pero también han coincidido en poner de relieve a otros sacerdotes que les han acompañado en su tarea pastoral y les han servido como guía y ejemplo.
Los homenajeados en este día han sido:
- Cumplieron 25 años de sacerdocio el pasado 2020: D. Francisco Pérez Martín, D. Antonio Collado Montero y D. Enrique Muñoz Díaz
- Cumplieron 50 años de sacerdocio el pasado 2020: D. Eladio Díaz Corredera y D. Carlos López Hernández.
- Cumplieron 60 años de sacerdocio el pasado 2020: D. Hipólito Cid Blanco, D. Claudio Gutiérrez Alonso, D. Pablo Daniel López Martín, y D. Victoriano Jiménez Carrasco.
- Cumplen 25 años de sacerdocio este 2021: D. Francisco Alberto Jiménez Paz y D. José Luis de Santiago Gómez
- Cumplen 50 años de sacerdocio este 2021: D. José Luís González San Juan, D. José Bullón Hernández, D. Jesús Galán Álvarez, D. Jesús García Burillo, D. Jesús Martín Arenas, D. Marino Sánchez García y D. Miguel Vasco Muñoz.
- Cumplen 60 años de sacerdocio este 2021: D. Celso Fernández Marcos y D. Samuel Gómez Muñoz.
Cabe destacar en esta lista la presencia de dos obispos: Mons. Carlos López, obispo de Salamanca y natural de Papatrigo (provincia y diócesis de Ávila), y Mons. Jesús García Burillo, obispo emérito de Ávila y actual Administrador Apostólico de Ciudad Rodrigo. Ellos han estado hoy con sus respectivas diócesis actuales, pero muy presentes en esta celebración del presbiterio abulense.
González de Cardedal y “la pregunta de Dios”
La celebración de San Juan de Ávila tenía lugar en el Seminario diocesano, y comenzaba con una eucaristía en su capilla, presidida por nuestro obispo D. José María. Tras ella, el sacerdote Olegario González de Cardedal regalaba a los presentes una interesante charla en la que reflexionaba sobre la pregunta de Dios y cómo responderla o llegar a ella a través de distintas experiencias humanas. Citando en ocasiones obras literarias de Machado, Juan Ramón Jiménez o San Juan de la Cruz, el teólogo abulense afirmaba que, cuando el ser humano “piensa la vida hasta el fondo”, termina por hacerse también preguntas de fondo, buscando una figura, un modelo “real y personal” que le ayude a vivir y entender su propia realidad.
Un sentido de trascendencia que busca consciente o inconscientemente el hombre cuando se cuestiona, por ejemplo, por la brevedad del tiempo vital y la celeridad de la vida, o en determinadas experiencias históricas, únicamente entendibles desde la fuerza de la fe. Una fe, decía, que hemos de alimentar para que perdure.
