Cuarentena en familia: 5 pautas para una buena convivencia familiar

En un mundo en el que nuestro día a día se ve marcado por un ritmo frenético, la crisis sanitaria que estamos sufriendo nos ha obligado a reinventar nuestra rutina diaria. El teletrabajo y los niños sin cole puede resultar una combinación difícil de gestionar pero desde el Centro de Orientación Familiar queremos ayudaros a enfrentar esta situación con una perspectiva diferente, como una oportunidad de adquirir nuevos aprendizajes y mejorar la convivencia familiar. 

Estas son algunas pautas para lograr mejorar nuestras relaciones familiares:

  1. Mantener la rutina y horarios habituales: levantarse y acostarse en el mismo horario. Establecer los tiempos para realizar las tareas y el dedicado al ocio. Mantener la mente y el cuerpo ocupados es fundamental para superar este periodo de aislamiento con éxito. Como actividad complementaria podéis plasmar esta rutina por escrito, compartiendo esta actividad en familia y al mismo tiempo, haciendo sentir a nuestros hijos parte activa de la vida familiar. Este puede ser un buen momento para hacerles partícipes de las rutinas domésticas y trabajar la responsalidad. Establecer tareas en función de su edad ayudará a mantenerles activos.
  2. Desconectar de las pantallas y recuperar los juegos en familia: desempolvar los juegos de mesa de toda la vida, las partidas de carta y las sobremesas. Es momento de volver a conectar y de volver a reírnos alrededor de una mesa camilla, recuperar nuestra infancia a través de los ojos de nuestros hijos será sin duda gratificante. Y si además tenemos mayores en nuestra casa, será la oportunidad de aprender de ellos.
  3. Hablar, hablar y hablar: esta es sin duda la oportunidad de parar y comenzar a disfrutar de la compañía de nuestros familiares. En la sesiones que comparto con las familias del Centro siempre descubrimos que nuestros seres más cercanos son en ocasiones grandes desconocidos para nosotros mismos. Aprovechar el tiempo para descubrir qué sueña mi hijo ser de mayor o qué le gustaba a mi marido hacer cuando era pequeño. Es sin duda una oportunidad formidable para conocernos. Os propongo hacer de esto un juego, el juego de conocernos. Haceros preguntas y exponerlas en los momentos en que estéis juntos. Por ejemplo: después de cenar o en la hora del café. Os animo a hacerlo y descubriréis la maravilla de personas que componen vuestras familias.
  4. Rezar juntos: Orar juntos ayuda a permanecer unidos. La fe alcanza su mayor fecundidad cuando se vive en interacción con los demás, y en primer lugar con nuestro cónyuge y nuestros hijos, quienes, de hecho, forman nuestra primera comunidad de vida, nuestra Iglesia doméstica. Sigamos la Eucaristía en familia, bendigamos la mesa y recemos antes de irnos a dormir. Confiar en Dios y mantenerle siempre presente nos ayudará sin duda en este tiempo de extrema dificultad.
  5. Bajar nuestro nivel de exigencia, esta nueva situación precisa que asimilemos muchos cambios. Seleccionar aquellas batallas con los niños que merezcan la pena o sean importantes de verdad. Tener pequeñas concesiones con los niños. Y con nuestra pareja. Es normal sentir miedo, es normal sentir ansiedad. La falta de control generará sin duda situaciones de conflicto y fricción, situar cada situación en su nivel correcto de importancia hará sin duda muchos más amenos estos días.

Caridad López, directora del COF de la diócesis de Ávila