El obispo de Ávila, Mons. José María Gil Tamayo, ha sido elegido miembro de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española, durante las votaciones que se están llevando a cabo este martes en el marco de la Asamblea Plenaria.
Hombre de experiencia de gobierno en la CEE tras sus años de secretario general (2013-2018), D. José María llega ahora a uno de los órganos más significativos de la Conferencia Episcopal, que se ocupa “del tratamiento de los asuntos ordinarios y de urgencia (…), de ejecutar las decisiones de la Asamblea Plenaria y de la Comisión Permanente, y de aquellos otros asuntos que le sean delegados por estas”.
En sus primeras declaraciones tras el nombramiento, el obispo de Ávila ha afirmado sentirse “muy agradecido por la confianza recibida de los obispos” ante lo que considera “una oportunidad más para servir”. Precisamente esa vocación de servicio es la que marca su tarea como Pastor, desde su propio lema episcopal: ‘Non ministrari sed ministrare’ (“No he venido a ser servido, sino a servir”), extraído del Evangelio de San Mateo; una frase con la que Mons. Gil Tamayo se presentó ante la diócesis “como verdadero servidor del Pueblo de Dios a imitación a Cristo”.
Junto nuestro Obispo, confirman la Comisión Ejecutiva el nuevo Presidente de la CEE (Juan José Omella Omella, arzobispo de Barcelona), el Vicepresidente (Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid), el Secretario General (Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid), y otros cinco obispos más que, como D. José María, han sido elegidos por la Plenaria (Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo; Ginés García Beltrán, obispo de Getafe; Mario Iceta Gavicagogeascoa, obispo de Bilbao; Jesús Catalá Ibáñez, obispo de Málaga; y José Ángel Saiz Meneses, obispo de Terrassa).
Asimismo, como miembro de la Comisión Ejecutiva, Mons. Gil Tamayo pasa a formar parte automáticamente de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal.
QUÉ ES LA COMISIÓN EJECUTIVA
Es uno de los órganos colegiados de la Conferencia Episcopal, junto a la propia Asamblea Plenaria, la Comisión Permanente, la Comisión Ejecutiva, el Consejo de Cardenales y las Comisiones Episcopales.
Corresponden a la Comisión Ejecutiva, además de las atribuciones mencionadas anteriormente, las siguientes:
- Preparar las reuniones de la Comisión Permanente y elaborar el Orden del día.
- Acordar la convocatoria de las reuniones extraordinarias de la Comisión Permanente cuando las considere oportunas.
- Velar por la ejecución de los acuerdos de la Asamblea Plenaria y de la Comisión Permanente.
- Deliberar, y resolver en su caso, sobre asuntos de importancia pastoral para la vida de la Iglesia que, por su carácter urgente, requieren gestiones o decisiones concretas antes de la fecha prevista para la próxima reunión de la Comisión Permanente, cuando la convocatoria extraordinaria de esta última no se considere oportuna.
- Publicar puntualizaciones o notas orientadoras sobre asuntos de actualidad si, por razones pastorales, es necesario hacerlo antes de la fecha prevista para la reunión de la Comisión Permanente, a la cual dará cuenta en la reunión inmediata siempre que la convocatoria extraordinaria de esta no se considere oportuna.
- Ejercer las funciones que le sean confiadas por la Asamblea Plenaria, por la Comisión Permanente o por el Presidente de la Conferencia.