Muñochas celebra estos días sus fiestas patronales en honor a San Sebastián, unos festejos que este año añadían una emotiva conmemoración más, ya que en estas fechas se cumple el centenario de los actos que se organizaron con motivo de la inauguración de la iglesia parroquial de la localidad, que fue levantada después de que el anterior templo fue derribado durante la invasión francesa, en 1808. Durante todo ese periodo de más de cien años, los vecinos de esta localidad del Valle Amblés, ubicada a apenas quince kilómetros de la capital abulense, tuvieron que desplazarse a la iglesia de Padiernos para asistir a los oficios religiosos, y ese templo de la localidad vecina también albergó a la venerada imagen de San Sebastián.
Para conmemorar esa doble celebración, este pasado fin de semana se organizaron distintos actos, que arrancaron en la tarde del sábado con una misa solemne, en una iglesia repleta, que estuvo presidida por el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, acompañado por Juan Navarro y Gonzalo Jiménez, sacerdotes asignados a esta localidad. Durante su homilía, Gil Tamayo evocó el esfuerzo y la unión que llevó a los vecinos de Muñochas hace cien años a poder levantar de nuevo su iglesia parroquial, y lo puso de ejemplo para los momentos actuales, en que también es necesario apelar a ese trabajo en común entre administraciones y ciudadanos para afrontar los retos que tiene por delante esta sociedad. De igual modo, el prelado dedicó unas palabras al ejemplo de santidad del patrón, San Sebastián, que murió martirizado por los romanos.
A continuación se celebró la procesión por las calles del pueblo con la imagen del santo, presidida también por el obispo de la diócesis, y a la que se sumaron todos los presentes (en esta oportunidad, los hijos de Muñochas, la mayoría de ellos llegados desde sus lugares de residencia habitual lejos de la localidad, se vieron acompañados por un buen número de vecinos de Padiernos). Entre los asistentes se encontraba el alcalde de Padiernos, Iván Martín Hernández, el diputado provincial de Cultura, Eduardo Duque, o el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que acudió a título particular a la celebración.
Durante la procesión no faltó la actuación de miembros de los grupos de jotas de Padiernos y Pradosegar, y todo ello amenizado por el sonido tradicional de la gaitilla y el tamboril de Los Pelayos. A su vez, durante la misa, también intervino el coro parroquial de Padiernos.
(Fuente: Diario de Ávila)