“No quiero un Ávila en recesión, quiero un Ávila con futuro”, son palabras del obispo de Ávila, Mons. Gil Tamayo, quien ha asegurado que le “duele”, “el empobrecimiento, el envejecimiento y la despoblación de una provincia” en la que ha notado que los jóvenes tienen que salir fuera para buscar oportunidades y en la que cada vez hay menos nacimientos.
Son palabras D. José María en el tradicional desayuno con los medios de comunicación en el que ha realizado además un balance de su primer año al frente de la diócesis. Doce meses que asegura han sido “rápidos e intensos” y los que se “ha pateado la provincia en todos sus puntos cardinales”. Gil Tamayo, asegura estar “feliz con la diócesis de Ávila”, que señala “es ideal para un obispo”. “Debe ser cosa del cambio climático, porque a mí me dijeron que los castellanos son muy fríos, pero yo he sentido una acogida muy cálida”.
El obispo de Ávila, ha puesto en valor “el papel importante que la Iglesia tiene en Ávila, tanto a nivel laboral como educativo”, lo que para él supone una “gran responsabilidad”.
Gil Tamayo ha adelantado “que en el futuro probablemente haya una plataforma de las instituciones católicas y educativas porque su peso es importante y la unión hace la fuerza”.
En cuanto a 2020, el obispo ha apuntado que tendremos acontecimientos importantes, como el 50 aniversario de la declaración de Santa Teresa como Doctora de la Iglesia. Una efeméride que se celebrará con “iniciativas de tipo académico y teológico”.
Espera el obispo que el año que viene deje empleo en la provincia, los jóvenes se queden en Ávila, haya avances en sanidad, incluida la radioterapia y “Ávila gane posiciones”.
