Don Jesús anima a los alumnos de los colegios diocesanos a “despertar, creer y vivir” en el nuevo curso escolar

La iglesia de San Pedro Apóstol ha acogido esta mañana la Misa de inicio de curso de los colegios diocesanos Asunción de Nuestra Señora y Pablo VI, presidida por el obispo de Ávila, Mons. Jesús Rico. Concelebró también el Vicario para la Educación Católica, en una celebración a la que asistieron alumnos desde 4º de ESO hasta Bachillerato y Ciclos Formativos, acompañados por sus respectivos tutores y profesores. El resto de alumnos han celebrado la Eucaristía en otros templos de la capital: 5º y 6º de Primaria lo hacían en la iglesia episcopal de San Ignacio, 1º y 2º de ESO en San José Obrero, y 3º de ESO en la iglesia de Santiago.

En su homilía dirigida a «los más mayores», Mons. Rico centró su reflexión en el lema escogido por los centros diocesanos para este curso: “Despierta. Cree. ¡Vive!”. A partir de las lecturas proclamadas, el obispo invitó a los jóvenes a valorar la amistad y el apoyo mutuo como “el mejor impulso para nuestro camino”, recordando que “tener un amigo es un tesoro”.

El prelado animó a los estudiantes a “compartir lo positivo que cada uno tiene, despertar del letargo y del sueño, y no dejar de esforzarse, porque el esfuerzo nunca es inútil”. Asimismo, les exhortó a vivir la confianza: “Nadie es tan autosuficiente que pueda vivir por su cuenta. Necesitamos que alguien nos apoye y nos proteja, sobre todo en los momentos de dificultad. Dios siempre escucha cuando nadie más lo hace”.

Mons. Rico subrayó que la fe “se concreta en la práctica del amor”, como recuerda san Pablo, y llamó a los alumnos a traducirla en gestos concretos de entrega, servicio, perdón y gratitud. “Vivid la amistad, la ayuda, la confianza en Dios. Despertad de los sueños que os paralizan, seguid creyendo y vivid a tope todo lo que este curso os pueda dar”, concluyó.

Con esta celebración, los colegios diocesanos de Ávila han comenzado oficialmente un nuevo curso escolar, que quiere ser una oportunidad para crecer no solo en conocimientos, sino también en valores humanos y cristianos.