“Semillas de paz y esperanza”, es el lema que se propone este año para la Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación, que la Iglesia celebra el 1 de septiembre.
La Iglesia de Ávila se une así al mensaje del papa Francisco para celebrar el Tiempo de la Creación, que comienza este próximo lunes con esta Jornada, y se cierra el 4 de octubre, día de san Francisco de Asís, patrón de la ecología.
De esta manera, los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social nos invitan a reflexionar sobre la íntima relación entre justicia, paz y cuidado de la creación, en el marco del Año Jubilar y del décimo aniversario de Laudato Si’. Inspirado en Isaías, el mensaje recuerda que la verdadera paz nace de la justicia y se manifiesta en la armonía entre las personas y con la naturaleza, entendida como don de Dios y parte esencial del Reino. Sin embargo, la realidad actual muestra una paz fracturada por las guerras, el consumismo, el deterioro ambiental y la desigualdad global, que reflejan una profunda crisis moral y ecológica. En este contexto, surge con fuerza la necesidad de reconocer la “deuda ecológica” de los países desarrollados hacia los más vulnerables, pues las poblaciones que menos han contribuido a la crisis climática son las que más sufren sus consecuencias.
Ante esta situación, el Jubileo se presenta como una oportunidad para abrir caminos de conversión y justicia restaurativa, que incluyen la condonación de deudas injustas y una renovación cultural basada en la sobriedad, la solidaridad y la responsabilidad común. El Papa León XIV nos exhorta a sembrar semillas de paz mediante tres compromisos: poner fin a la violencia y la guerra, adoptar nuevos estilos de vida que respeten la creación, y restaurar la confianza caminando juntos en sinodalidad. Solo así podremos ser auténticos peregrinos de esperanza, signos tangibles de reconciliación y constructores de un futuro en el que la paz brote como fruto de la justicia y de una renovada relación con nuestra casa común.