Mons. Rico anima a los alumnos del Dioce a decir «con nuestras obras, que merece la pena seguir a Jesús»

“Dice el refrán que el movimiento se demuestra andando.  Hoy Jesús nos dice que es discípulo suyo no quien solo oye en su Palabra sino quien es la medita y la cumple”. Con estas palabras, Mons. Rico animaba esta mañana a los alumnos del colegio diocesano Asunción de Nuestra Señora a ser verdaderos testigos de Cristo.

El obispo de Ávila presidía en la iglesia de San Juan la Misa por la fiesta del centro educativo diocesano. En su homilía, recordaba cómo no basta únicamente con conocer a Jesús, sino que es necesario tener un verdadero “encuentro con Él”. “Creer es una experiencia, un encuentro, una relación.  Los que sois ya más mayores, permitidme el dicho, pues entenderéis eso de que no es lo mismo conocer a alguien que enamorarse de él. Pues todos nosotros, los que nos decimos creyentes en esta sociedad en que vivimos, tenemos que dar testimonio de Jesús”.

Un compromiso para el que no hay que mostrar vergüenza alguna, les animaba Don Jesús. “Tampoco nosotros como creyentes, si realmente somos amigos de Jesús, tenemos que tener vergüenza en darlo a conocer. Hoy el mejor testimonio del Evangelio de Jesús es nuestra conducta, nuestra coherencia de vida”

“Y nadie ha dicho que sea fácil ser creyente. Nadie ha dicho que sea fácil seguir a Jesús”, continuaba Mons. Rico, quien reconocía que a veces hoy ser cristiano, dar testimonio de Jesús, “en ciertos ambientes puede parecer  hasta extraño”.

Por ello, animaba a los alumnos de Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos a que esta Semana Santa no sea tan sólo un período de descanso, “sino que puedan ser unos días para activar nuestra fe. Algunos de vosotros incluso pertenecéis a alguna cofradía: que el salir con el paso no sea un mero postureo, sino que sea un modo de dar testimonio de Jesús”.

Y terminaba de nuevo pidiendo a los jóvenes “que cada uno, donde estemos, en nuestros ambientes, con nuestras debilidades, con nuestra pobreza, seamos capaces, con nuestras obras, de decir que merece la pena seguir a Jesús”.