
El Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Bernardito Auza, ha presidido hoy en Ávila los actos universitarios en honor a Santo Tomás de Aquino. Actos que comenzaban con una Eucaristía en la Catedral del Salvador, concelebrada por el obispo de Ávila, Mos. Jesús Rico García, el emérito abulense (Mons. García Burillo) y el Cardenal Blázquez, así como varios dominicos de la comunidad del monasterio de Santo Tomás.
Trasladando el saludo «afectuoso» y la bendición apostólica del Santo Padre, el Nuncio agradecía a la comunidad universitaria por «servir a la verdad y a la realidad». Recordando el Jubileo en el que estamos inmersos, apuntaba cómo Santo Tomás describe la esperanza «como un movimiento del apetito sensible hacia un bien futuro». «Podemos pensar que la universidad es un espacio de esperanza. También lo puede ser o debe ser para la esperanza, para dar esperanza y consolidar esperanza». Asimismo, ha querido recordar la importancia de Santo Tomás en el ámbito de la sabiduría y la de los jóvenes universitarios en la esperanza de la sociedad.
Tras ello, ha protagonizado el inicio del solemne acto académico realizado en el salón de actos de UCAV. El Nuncio Apostólico ha impartido la lección magistral bajo el título “Desafíos de la educación de hoy”. En el inicio de su intervención ha querido agradecer la invitación a la UCAV y reconocer el trabajo que está realizando. “Esta universidad católica sigue dando grandes pasos para realizar y consolidar su proyecto educativo y humano en la ciudad de Santa Teresa de Jesús”. Además, ha recordado que la educación es parte de la misión evangelizadora de la Iglesia, “donde hay educación, hay evangelización”. Así ha afirmado haberlo comprobado en todas las partes del mundo en las que ha estado, y donde los jesuitas levantaron escuelas antes que iglesias.
Bernardito Auza ha ejemplificado con cifras esta labor. “La Iglesia Católica posee y gestiona más de 220.000 colegios, con más de 65 millones de alumnos, y millones de alumnos más en sus miles y miles de universidades, entre ellas esta universidad”, ha explicado. Una educación que ha afirmado está abierta a todos, también a los no católicos, y que no pretende sustituir o suplantar al Estado o a los padres, “sino actuar y trabajar en corresponsabilidad y colaboración mutua”. Considera que es también importante la colaboración con diferentes instituciones, y que en Ávila se encarna con esta universidad.
Tras esta serie de análisis, ha explicado los principios de la educación hoy, para lo que ha tenido muy presente al Sumo Pontífice, “el Papa no ha cesado en pronunciarse sobre la educación”. El primero de esos principios es el de “educar para formar y transformar la persona”. “Educación no es la transmisión o la acumulación de saberes y conceptos, sino la formación integral y transformación interior de la persona”, ha afirmado.
El segundo principio es “una educación que transforma mentes y corazones transforma el mundo”. Y ha aprovechado para citar la gran pedagogía cristiana: transformarse interiormente para poder transformar el mundo.
Y, el tercero, hace referencia a “Una educación siempre al paso de los tiempos”. Referente a ello, ha citado diferentes amenazas que el Papa advierte, como la inequidad educativa, la falta de recursos y esfuerzos frente a las necesidades, la deshumanización de la educación y la ambigüedad de la tecnología en el campo educativo, el riesgos de elitismo, la exclusión y la discriminación y la politización y la ideologización excluyente.
(Fuente: propia y UCAv)