Estamos de aniversario. La Institución Teresiana cumple un siglo desde su aprobación pontificia y, por tanto, su reconocimiento en el seno de la Iglesia. Con este motivo, la comunidad presente en Ávila (en la residencia de estudiantes Miravalle) ha programado una Eucaristía de Acción de Gracias para el próximo sábado 11 de mayo en la parroquia de San Pedro Apóstol a las 12 horas, que estará presidida por el obispo de la diócesis, Mons. Jesús Rico García.
Esta celebración es un tiempo para reconocer a tantas personas que, en estos cien años, han hecho de este carisma la brújula de su vida. Un tiempo para agradecer a Dios tantos frutos, continuar ofreciendo el carisma a quienes están en búsqueda y renovar su compromiso.
Cien años de presencia y entrega social
La Institución Teresiana es una Asociación Internacional de laicos, mujeres y hombres, de la Iglesia Católica. Fue fundada por San Pedro Poveda, sacerdote diocesano de Linares en 1911. Hace cien años, la Iglesia dijo sí a la obra que Pedro Poveda y sus primeras colaboradoras venían desarrollando desde 1911 en España. El Papa Pío XI avaló esta
Asociación laical y acreditó su lugar dentro de la Iglesia, dando a sus miembros el impulso para comprometerse más y abrir nuevos proyectos, cruzando fronteras.
La Iglesia dijo sí a este modo novedoso de responder a la llamada de todo bautizado a vivir la fe en el mundo, entre la gente, con la misión de transformar la sociedad, mediante la educación y la cultura, desde nuestras responsabilidades profesionales y familiares. Esta es la razón de que los miembros se asocien.
“Somos gente corriente”, nos cuenta Fátima del Río de la comunidad de las teresianas de Ávila. “Gente corriente sin distintivos exteriores, que estamos presentes en la sociedad: uniendo oración y estudio, formación y acción. Los miembros de la Institución Teresiana, en torno a 3000, estamos en 30 países de África, América, Asia y Europa . Queremos ser sal para dar sabor, levadura que se mezcle para construir un mundo más humano y fraterno, más cercano al proyecto de Dios que Jesús nos revela en su Encarnación”.
Una historia común en Ávila
En Ávila la Institución Teresiana desarrolla su misión desde 1919. Comenzó con una Academia-Internado para mujeres jóvenes estudiantes de Magisterio, con la finalidad de prepararlas para su trabajo en centros oficiales de enseñanza. En 1939 la Academia pasó a ser un colegio privado con estudios de Primaria, Bachillerato y Preuniversitario. En 1975 se abre el Centro Cultural Miravalle como lugar de formación de adultos, de niños y niñas y jóvenes.
Paralelamente a estas actividades, un grupo numeroso de miembros realizaba su trabajo en escuelas del medio rural y en otros centros oficiales y privados de enseñanza.
Actualmente la comunidad se compone de 11 miembros en la provincia de Ávila y llevan adelante la Residencia Universitaria Miravalle desde 1980; realizan actividades de cooperación y voluntariado de la Fundación InteRed ONGD; mantienen presencias individuales en Cáritas, Manos Unidas, parroquias, Apostolado Seglar, Asociación de Vecinos y otras entidades.
“En esos espacios, queremos ayudar a afrontar los desafíos de vivir y compartir la Buena Noticia de Jesús en el mundo actual, participando con la Iglesia en el camino común de su misión evangelizadora”, afirma Fátima del Río.