Amaneció un sábado frío, y con amenaza de lluvia. Pero esto no impidió que 300 niños de toda la provincia se dieran cita en el encuentro preparado para ellos unas semanas antes de que hagan su Primera Comunión. Los patios del colegio diocesano Pablo VI eran un hervidero alegre de risas, juegos para romper el hielo, gritos y muchas ganas de pasar una jornada juntos. Tras la acogida festiva, las primeras gotas de lluvia hicieron que la oración inicial se trasladara al gimnasio, donde los niños, muy pendientes y en actitud orante, rezaron juntos por los frutos del encuentro, y escucharon de sus propios compañeros lo que para ellos significa acercarse próximamente al Sacramento de la Eucaristía.
GALERÍA DE IMÁGENES DEL ENCUENTRO
Y la Eucaristía, precisamente, fue el hilo central de la yincana que se desarrolló en las aulas del centro educativos. Distintos itinerarios y diferentes pruebas para comprender las distintas partes de la liturgia y la vocación a la que todos estamos llamados. Porque ese era el objetivo marcado en el lema del Encuentro: “Jesús te quiere para que ames”. Se trata de que los niños celebren con alegría el amor que les tiene Jesús, que es a su vez fuente de amor y de ayuda a los demás según la vocación y los dones que cada uno recibe. Está, por tanto, en consonancia a lo que trabajamos este año en el Plan diocesano de Pastoral: la apertura al encuentro con los demás, dándonos y siendo servidores, especialmente de quienes más nos necesitan.
Una mención especial para “la tienda del Encuentro”, el altar ubicado en el propio gimnasio, por donde pasaron todos los grupos de las distintas parroquias, con una actitud de silencio y respeto que emocionaba.
Llegó el momento de la comida, que el tiempo respetó que pudiera realizarse en los patios del colegio, donde también se ubicaron distintos talleres que hicieron las delicias de los niños. Agradecemos a los jóvenes voluntarios del colegio diocesano Asunción de Nuestra Señora, del programa de Infancia de Cáritas, de la Delegación de Enseñanza de la diócesis, y voluntarios de la Delegación de Misiones, su labor desinteresada y su alegría compartida y testimonial con los niños.
Tras este momento de esparcimiento, todos los participantes peregrinaron juntos hasta la cercana parroquia de San José Obrero, donde disfrutaron de la representación teatralizada de la parábola del Buen Samaritano, en consonancia con lo trabajado durante el día: darse a los demás, especialmente a los más necesitados. Un momento de oración conjunta dio por finalizado este Encuentro, que ha cumplido su quinta edición, y que de nuevo fue un tiempo de alegría compartida por todos los niños que este año van a realizar su Primera Comunión.