Acaba de comenzar el plazo para tomar una decisión trascendental para muchas familias de cara al próximo curso: la elección de centro escolar para sus hijos. Y, gracias a la libertad que nos brinda el artículo 27 de la Constitución, una de las elecciones que pueden hacer es optar por centros de enseñanza católicos. La apuesta de la Iglesia por la educación quedó patente en el reciente congreso nacional. La verdad es que los números son fríos, pero realmente no es una presencia residual o es una presencia testimonial. Es una presencia realmente significativa que vuelva a demostrar que la Iglesia tiene no solamente ese empeño y ese ofrecimiento, sino que también tiene un reclamo por parte de la sociedad y de la gente.
Pablo Martín Pascual es el Vicario para la Educación Católica en nuestra diócesis. Una diócesis pequeña, pero con “una presencia muy significativa de oferta educativa a todos los niveles, desde infantil hasta la universidad. Desde escuelas infantiles, solamente infantiles, hasta una universidad católica y pasando por todas las etapas. Y una cosa muy importante también, presencia en el mundo rural”
Una presencia que ofrece una identidad propia, basada en el desarrollo personal desde unos valores cristianos. Es lo que realmente identifica a estos centros educativos. “Es importante el hecho de que exista una oferta educativa complementaria a lo que es la educación pública (que es buena y tiene que ser mucho mejor). Yo siempre voy a defender la educación pública. Pero precisamente por la libertad que nos reclama esta Constitución tan denostada que tenemos ahora, de poder elegir la educación de nuestros hijos, el hecho de que exista una alternativa, de que exista una manera concreta donde la familia puede elegir, eso ya es un valor. El mero hecho de existir ya ofrece un valor a la sociedad. Ahora depende de las familias elegirlo. ¿Qué les ofrecemos nosotros de específico? Nuestra propia identidad, nuestra manera de entender la persona, la educación, el mundo, la política, las ciencias, lo que es educar a una persona completa esta educación integral de la que hablamos, desde un humanismo cristiano, desde una propuesta cristiana que lleva dos mil años en la cultura occidental construyendo esta misma cultura y es lo que ofrecemos nosotros como identidad”.
Desde luego es un referéndum al que se someten todos los años por estas fechas, pero que sigue siendo respaldado. En Avila hay un respaldo importante y mayoritario también de las familias a la oferta educativa de la Iglesia, que tiene una presencia muy importante. “Somos un total de diez centros, si seguimos contando los Salesianos: cinco en la capital y cinco en la zona rural. Hablamos no solamente de los colegios diocesanos, sino también los que gestionan congregaciones religiosas en Ávila capital, en El Tiemblo, en Arenas de San Pedro, en Arévalo. Hay una oferta variada para que cualquier familia que quiera tener la posibilidad por lo menos de elegir, pueda hacerlo”. Puedes consultar el listado completo PINCHANDO AQUÍ
“¿Cómo conocernos? Pues venir a vernos. Para eso se organizan jornadas de puertas abiertas. Aunque la mejor publicidad siempre es la gente que está allí, el boca a boca. El que pregunten a los alumnos, a las familias que ya participan de la vida del colegio, qué piensan ellos. Es la mejor publicidad. Pero sí, ahora hay unos días muy bonitos, puedes ir a ver la mayoría de los colegios por la mañana funcionando, te los enseñan, te ves cómo son las aulas, las clases. Cada centro se organiza un poco a su manera”.
