“Hoy honramos a los santos de los que no hacemos memoria particular durante el año”. Así comienza el mensaje que comparte Mons. Rico, Obispo de Ávila, en este día de Todos los Santos. Una tradición que, como relata, “en un principio se limitaba a Roma”, pero en el año 837, el Papa Gregorio IV extendió su celebración a toda la Iglesia.
En este mensaje, D. Jesús nos exhorta a buscar el camino de la santidad, cuya llamada tenemos todos los bautizados, y que debe ser considerada como un don. “La santidad es una meta que no se puede alcanzar solo con las propias fuerzas, sino que es fruto de la gracia y de nuestra respuesta a ella. Esta fiesta es para nosotros un estímulo a seguir en pos del Señor sin desalentarnos al considerar que ellos, tan débiles como nosotros y sujetos a las mismas tentaciones, fortalecidos con la divina gracia, llegaron a la santidad”.
Mons. Rico destaca esta celebración de hoy, “animándonos a no conformarnos con una vida mediocre y sin aspiraciones, y a esforzarnos en crecer en una profunda vida de amistad con Cristo”. Una transformación que propiciará, según sus palabras, la renovación de la Iglesia, con “la fuerza de aquellos que tienen raíces profundas y viven de la plenitud pura de la fe. Para ello hemos de estar injertados en Cristo, como el sarmiento está injertado en la vid”.
Este es el mensaje completo: