Preparados para dar respuesta a la crisis migratoria

La crisis migratoria sin precedentes que está viviendo España a través de Canarias ha hecho que la Iglesia refuerce su labor en este ámbito para evitar el desamparo de quienes llegan a nuestro país completamente desprovistos de medios materiales y humanos para subsistir. Por eso, la diócesis de Ávila se ha puesto en marcha para ofrecer una respuesta coordinada, a través del Secretariado diocesano de Migraciones y Cáritas Diocesana.

A preguntas de los periodistas en el transcurso de la firma del convenio del Hogar Santa Teresa, Antonio Luis Nicolás (Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Ávila) adelantó que ya se están llevando a cabo las primeras reuniones entre ambos para “ver qué posibilidades reales tenemos, pues es algo de lo que tampoco podemos retortraernos. Es una realidad ya que está aquí. La crisis migratoria ya nos llega de forma muy concreta en el rostro de personas de origen subsahariano que ya se encuentran en nuestra ciudad”.

“Entidades como Cruz Roja y Accem son las encargadas por el Gobierno de cubrir las primeras necesidades de alojamiento, vestido y mantención. Eso ya se está haciendo, y ha hecho que nos pongamos en contacto con ellos”, explicaba el responsable de Cáritas en nuestra diócesis. Antonio avanza asimismo que “a partir de primeros de noviembre, necesitamos un trabajo coordinado porque la cobertura oficial de esas necesidades se agota, pero las personas continúan entre nosotros. Esto quiere decir que va a haber que sumar esfuerzos”. Porque, por una parte, el Estado ha pedido a las Comunidades Autónomas una colaboración coherente para descongestionar la realidad que está viviendo Canarias. Y, por otro, también la Conferencia Episcopal ha pedido a cada diócesis medir las posibilidades para facilitar esa acogida.

Corredores de hospitalidad

Un acogida que, como nos explica el Director del Secretariado de Pastoral de Migraciones de nuestra diócesis (José Carlos Labrador), se concretaría en dos maneras. Por una parte, la posibilidad que se está planteando en Ávila de poner en marcha los llamados corredores de hospitalidad: una iniciativa de la Conferencia Episcopal para aquellos jóvenes migrantes que llegaron a España y fueron a un centro de menores, pero que al cumplir 18 años terminan su ciclo allí y deben abandonarlo. “Se está manteniendo un contacto con esos centros, principalmente aquellos que dependen de la Iglesia, para ver cómo distribuirlos por el resto de diócesis y atenderlos adecuadamente para que tengan un futuro. Por eso, en coordinación con Cáritas, si lo ponemos en marcha en Ávila, tenemos que ver cómo acogerles, facilitarles una formación para que puedan entrar en el mercado laboral, y ayudarles a integrarse plenamente en la sociedad española”.

Por otro lado, explica José Carlos Labrador, “Canarias está desbordada. Y es verdad que esa primera acogida la están haciendo Cruz Roja y Accem, encargadas por el Gobierno para esta cuestión. Pero se trata de un acogimiento temporal, las ayudas terminarán. ¿Y después, qué pasará con ellos? Es ahí donde estamos viendo de qué manera las diócesis, también la nuestra, puede ayudarles. Nos queda aún concretar esa respuesta”.