5 datos (y un poema) sobre la patrona de Ávila: la Virgen de la Soterraña

Es 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen María. En la ciudad de Ávila festejamos a nuestra patrona, la Virgen de la Soterraña. Una advocación con mucha historia que, sin embargo, pocos abulenses conocen. Aquí os ofrecemos algunos datos interesantes sobre ella.

  • Es, sin duda, la imagen de la Virgen más primitiva de todas las que se conservan en nuestra ciudad.
  • Es patrona de la capital abulense. Hace muchos años, se consideraba patrona de la ciudad, junto con la Virgen de Sonsoles, también de gran devoción. Pero finalmente se decidió que esta última quedara circunscrita únicamente como patrona del Valle Amblés, mientras que la Virgen de la Soterraña quedaba como patrona “del recinto ciudadano, con una primacía indiscutida desde mediados del siglo IX, de la que se deduce, lógicamente, un culto muy anterior tributado a esta imagen”.
  • La sagrada imagen aparece a mediados del siglo IX, según el relato del cuadro que se encuentra a la entrada de la escalera de la capilla, ubicada en la cripta de la Basílica de San Vicente. En ese cuadro se representa al santo rey Fernando III en la cripta soterraña, con varios personajes de su séquito piadosamente postrados. En su parte inferior se puede leer la siguiente inscripción: “Governando la Romana Nave Sergio II, la Monarquía de España D. Ramiro I y la silla Episcopal abulense D. Pedro I, año de Cristo de 843, a 7 de septiembre se manifestó milagrosamente en una de las soterrañas de este santo templo la Apostólica Imagen de Nuestra Señora, víspera de su Natividad Santísima, Venerada en el mesmo sitio desde aquellos hasta estos tiempos con el título de la Soterraña, la tradición tiene es del tiempo de los Apóstoles y por eso llamada Imagen Apostólica”. San Fernando III Rey de España fue muy devoto de la Virgen de la Soterraña a la que ofrecía novenas para agradecerla las victorias en el campo de batalla.
  • A la protección y tutela de la Virgen de la Soterraña se han encomendado siempre las gentes de Ávila “en las grandes calamidades y azotes públicos, tantas veces mitigados por su piadosa intercesión”. La más conocida data de 1652, cuando las plegarias a la Virgen de la Soterraña acabaron con una plaga de langostas que “se abatió sobre los campos abulenses amenazando talar y destruir huertas y sembrados. Llevóse la Virgen a la Catedral y de vuelta a su iglesia, estuvo durante un novenario en el altar mayor de la Basílica, y dice Fernández Valencia: «Caso maravilloso que, antes de cumplirse el novenario, cesó de todo punto la plaga y toda la langosta se lanzó en el río Adaja donde se ahogó sin quedar el menor rastro de tan nocivas sabandijas”
  • Es conocida también por ser la imagen ante la que Santa Teresa de Jesús se postra y se descalza justo antes de comenzar la reforma del Carmelo.
  • No pocos abulenses conocen el poema dedicado a la Virgen, que puedes encontrar al inicio de las escaleras de la cripta: “Si a la Soterraña vas, Ve, que la Virgen te espera; que, por esta escalera, quien más baja sube más. Pon del silencio el compás a lo que vayas pensando. Baja y subirás volando al cielo de tu consuelo; que para subir al cielo siempre se sube bajando”