“Celebrar San Segundo es agradecer a Dios la transmisión de la fe cristiana”

Dicen los vecinos más ancianos que ellos han visto nevar por San Segundo. Pero este 2023, siguiendo la tónica de las últimas semanas, el sol y los cielos azules acompañaban la fiesta del patrón de la ciudad. Y eso ha propiciado que muchos abulenses y visitantes se hayan animado a participar de los festejos. Unas celebraciones que comenzaban con la Eucaristía en la Catedral del Salvador, presidida por Mons. García Burillo.

GALERÍA DE IMÁGENES (Fotos: Gonzalo G. de Vega para la Diócesis de Ávila)

“Celebrar con el gozo que vivimos en este momento San Segundo significa para la Iglesia de Ávila agradecer a Dios la transmisión de la fe cristiana”, comenzaba su homilía el Administrador Diocesano, asegurando además que la figura de San Segundo “nos suscita la alegría de ser cristianos. Su testimonio nos da alas al seguimiento de Cristo, como también lo hicieran Santa Teresa, San Pedro de Alcántara o muchos abulenses laicos a lo largo de la Historia. Porque la fe no es una herencia recibida, sino que nace del encuentro con Aquel que dijo: ‘Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo'”.

“Constatamos un creciente anhelo de Dios en la sociedad”

Proseguía su prédica D. Jesús centrándose en varios aspectos relacionados con la fiesta de San Segundo. El primero de ellos, el hecho de que lo celebremos en medio de “la alegría de la Pascua”, que nos anuncia que “la resurrección de Cristo es la Buena Noticia que recorre el mundo. Confirma que el amor es más grande y más fuerte que la muerte, q el sufrimiento no tiene la última palabra. Pero ahora nos preguntamos: ¿seguimos teniendo hoy razones para creer en la Resurrección? Ciertamente sí, y lo vemos en los jóvenes que reciben los Sacramentos de la iniciación cristiana. La sociedad tiene pobreza, falta de ayuda, soledad. En medio de este mundo, Cristo resucitado busca encontrarse con los hermanos que sufren. Y Cristo nos ofrece a nosotros, como hizo con San Segundo, ser testigos de la resurrección. Nos invita a vivir nuestra fe con humildad y sin complejos”.

Recordaba asimismo Mons. García Burillo el mandato evangélico que siguió hasta el final San Segundo: “Id y anunciad al mundo entero la Buena Noticia”.  “¿Quién es hoy testigo de Cristo? En las reuniones que tenemos los obispos, comentamos que hemos constatado un creciente anhelo de Dios, un deseo de volver a la fe para encontrar la paz necesaria, sobre todo en los jóvenes”, confesaba. “Todo el Pueblo de Dios es el que evangeliza. Francisco sueña con una opción misionera capaz de transformarlo todo para que se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo. Por eso convocó este Sínodo, en el que hemos participado muchos abulenses”.

Por último, recordaba D. Jesús tres aspectos fundamentales que deben llevar a cabo los laicos para guardar “lo que os he mandado, nos decía Jesús”. En primer lugar, la familia creadora de vida y cohesionadora social (como “alternativa al modelo individualista y utilitario desvinculado que tanto daño hace). Por otro lado, promover una educación que respete la decisión de los padres (“no se impone pero sí se exige el respeto para la elección de los padres. En la Iglesia presentamos una propuesta de sentido que colme sus anhelos, que enseñe a amar”). Y por último, defender la vida desde su concepción hasta su muerte natural (“fomentando los cuidados en los momentos en los que es más vulnerable”, con especial atención al cuidado de la salud mental y a los emigrantes).

“Que San Segundo primer Apóstol de Ávila nos acompañe siempre y nos aliente en nuestra tarea de comunión, participación y misión”, concluía el Administrador Diocesano.

Tras la Eucaristía, la imagen del Santo patrón ha procesionado por el centro de la capital, bajando hasta la ermita que lleva su nombre. Por el camino, varios bailes regionales han amenizado el recorrido, que se ha visto empañado por el susto de un accidente con material pirotécnico que ha dejado un herido leve, al que desde la diócesis de Ávila deseamos una pronta recuperación, encomendándole a la intercesión de San Segundo para su mejoría..